La lengua de señas chilena (LSCh en Chile) es la lengua de señas que utilizan los sordoschilenos. El artículo 26 de la ley 20422, reconoce la lengua de señas como medio de comunicación natural de la comunidad sorda.[1]
El término que se emplea en LSCh para nombrar al lenguaje es «señas», el mismo que se usa para referirse a cualquier sistema de signos usado por sordos.
Está compuesto por 27 letras, mediante las cuales es posible conformar, por deletreo manual, cualquier palabra. Las personas sordas utilizan el alfabeto manual para deletrear palabras para las que no existe seña, como por ejemplo nombres propios, siglas o neologismos.
En Chile, la mayoría aún cree que la sordera es solo una limitación física y no parte de una identidad cultural[cita requerida]; es decir, un "grupo-cultura" orgulloso y distinto[cita requerida] llamado Comunidad Sorda.
Esta comunidad cultural está compuesta por personas que tienen como forma de comunicación primaria (lengua materna) la lengua de señas, además de haber desarrollado una vida y costumbres diferenciales por más de medio siglo[cita requerida].
Con la idea de resolver sus necesidades, la gente Sorda, con la ayuda de los oyentes, ha formado una red nacional de asociaciones de distintas categorías: atléticas, dramáticas, estudiantiles, literarias, solidarias y también religiosas[cita requerida].
Clasificación, características y valores de la cultura sorda
Algunos lingüistas[¿quién?] han hecho una especie de clasificación de las características y los valores de la Cultura de los Sordos y enumeran como más comunes e importantes los siguientes:[cita requerida]
El ser miembro de la comunidad sorda tiene como base la sordera.
La mayoría de los sordos tiene altamente desarrollada una memoria visual de lo que sucede a su alrededor.
Hay un conjunto específico de normas sociales, de manera que los miembros siguen algunos hábitos sociales diferentes a los de la sociedad general.
Cuando los sordos se comunican entre sí generalmente no usan su voz, únicamente lo hacen con los oyentes; incluso muchos sordos no hacen nunca uso de la lengua oral.
Seña de identidad, apodo o alias, las personas sordas no se reconocen por nombres, sino por una seña de característica física, psíquica o hábitos. Este es en general colocado por un grupo de personas sordas, que la acuerdan y buscan reconocer por cierta circunstancia, no se usa el nombre de pila de la persona.
Para llamar la atención de un sordo se realizan acciones visuales, tales como agitar la mano, golpear ligeramente el hombro, encender y apagar la luz, etc. (adaptaciones visuales).
Los sordos se comunican con lengua de señas al mismo tiempo que comen.
Para sustituir los instrumentos domésticos sonoros (despertadores, alarmas, timbres, etc.), utilizan dispositivos luminosos o vibratorios especiales.
Utilizan teléfonos celulares para comunicarse por medio de mensajes de texto (SMS).
Ávalos C., Erica; Hernán Cuevas O. y Mauricio Pilleux. Lengua de Señas, Análisis sintáctico-semántico. Universidad Austral de Chile.
Ávalos C., Erica; y Hernán Cuevas O. Comunicación total, una alternativa real para la educación e integración del discapacitado auditivo (ensayo). Universidad Austral de Chile.
Cuevas O., Hernán. Aproximaciones al conocimiento de la lengua de señas del discapacitado auditivo. Universidad Austral de Chile.
Cuevas O., Hernán. La lengua de señas. Agrupación semántica. Una estrategia de integración social. Universidad Austral de Chile.