Juan Pérez de Lazarraga
Juan Pérez de Lazarraga (alrededor de 1548–12 de abril de 1605) fue señor de la Torre de Larrea (Larrea, Barrundia, Álava) y autor del manuscrito que lleva su mismo apellido. Vida y familiaFue el mayorazgo de una de las múltiples ramas del linaje de los Lazarraga que, procedente de Oñate, se instala a finales del siglo XV en diferentes palacios y torres de la Llanada Alavesa. Hasta la fecha, Juan Pérez de Lazarraga era conocido por una relación genealógica de su propio linaje, espléndido texto erudito de 1588–1589, del que se conocen cinco copias. Poco se sabe sobre el señor de la Torre de Larrea. Su hermano y él estudiaron probablemente en la recién creada Universidad de Oñate; posteriormente, y ya enviudado, el hermano marchó a Toledo y luego a la Corte de Madrid. Pruden Gartzia defiende que Juan pudo tener contacto con Esteban de Garibay, debido no solo a la cercanía, sino por el gusto de ambos por la historia y las crónicas, que el autor plasmaría en la Genealogía de su familia, por la que era conocido hasta el momento del descubrimiento del manuscrito. Obra: el manuscrito de LazarragaEl manuscrito fue encontrado por Borja Aginagalde en 2004 y adquirido por la Diputación Foral de Guipúzcoa a un anticuario de Madrid por medio de Irargi (Centro de Patrimonio Documental de Euskadi). Su aparición ha supuesto que muchas de las ideas concebidas hasta el momento sobre la historia de la literatura vasca hayan tenido que ser revisadas, entre ellas el aislamiento al que se decía que había estado sometida la literatura vasca hasta entrada la Era Moderna. El manuscrito fue escrito entre los años 1564 y 1567: en un principio, contaba con 106 páginas, aunque solo se conservan 102, ya que faltan las hojas 1155, 1156, 1157 y 1158. De las que se conservan, dos tercios son poesía y lo restante se enmarca en un género en expansión y que tuvo muchos imitadores en la época: la novela pastoril renacentista. Ese género fue inaugurado por Sannazaro con La Arcadia y continuado por autores tan ilustres como Jorge de Montemayor y Garcilaso de la Vega. Al igual que en Sannazaro, la prosa y el verso se entremezclan en la obra. Alejado de Petrarca, sus descripciones y detalles, está más cerca, debido a su estilo cortesano lírico tradicional, de las canciones líricas del siglo XV: es más elegante que Bernat Etxepare, pero, sin cumplir con la exactitud que Arnaud Oihenart pediría en el siglo XVII, utiliza formas conocidas del verso vasco. Hay que destacar la utilización de la prosa, la cual se creía que no se desarrolló hasta la llegada de la ascética didáctica de la Escuela de Sara en el siglo XVII y la del desaparecido dialecto del Noreste de Álava, que Koldo Mitxelena defendió que quedaría probado. La lengua de Lazarraga es sin duda alguna arcaica, marcada por formas en subjuntivo ya perdidas, el caso ablativo (nondik) y las formas anticuadas en los verbos auxiliares. Primera aparición literaria de varios términos
Conclusiones del estudio del manuscrito
Véase tambiénReferencias
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