José María Camacaro
José María Camacaro (Santiago Apóstol de Río Tocuyo, Capitanía General de Venezuela, ¿1792-1793? - Portete de Tarqui, República de Colombia, 27 de febrero de 1829) fue un militar venezolano, combatió en las guerras de independencia hispanoamericanas y en la guerra grancolombo-peruana. BiografíaNació en el pueblo de Río Tocuyo, cabecera del Municipio Torres, probablemente en 1792 o 1793.[1] A la edad de 17 años se unió al ejército del Marqués del Toro a su paso por Siquisique, en la primera expedición patriota contra los españoles en la Primera República. Consolidada la independencia de su patria en la Batalla de Carabobo (1821) formó parte de las tropas grancolombianas que expedicionaron al Perú en las llamadas Campañas del Sur para sellar la independencia americana. En la Batalla de Junín, tuvo una destacada participación como capitán de los Húsares de Colombia que le valió una recomendación especial de Simón Bolívar, y su posterior participación en la Batalla de Ayacucho.[2] Destacado oficial de caballería con fama de valiente y aguerrido, obtuvo su ascenso a Coronel de manos del mismo Bolívar durante el sitio del Callao en 1826 tras matar en combate singular a un temido soldado realista apodado el Zambo Atanasio que se había hecho famoso entre sus enemigos por la fiereza que mostraba en las continuas salidas que realizaban las tropas españolas con el fin de hostigar a los sitiadores.[3] Tras la capitulación de las fortalezas del Callao y la salida del último Ejército Real del Perú, Camacaro que ya era conocido como la primera lanza de Colombia[4] regresó a su país con el resto del Ejército grancolombiano. Cuando se produjo la Guerra grancolombo-peruana en 1828 motivada por disputas territoriales entre ambas jóvenes repúblicas, el entonces comandante de caballería Camacaro al frente del Escuadrón Cedeño formó parte del Ejército grancolombiano del Mariscal Sucre que se batió en la Batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de 1829, teniendo un rol protagónico durante la misma en la que con sus hombres y apoyado por tres batallones de infantería rechazó el avance de la vanguardia peruana al mando del general argentino José María Plaza. Inclinada la balanza a su favor y mientras la caballería colombiana perseguía a los dispersos contrarios con la intención de cortarles la retirada hizo su aparición en el campo de batalla el regimiento peruano Húsares de Junín, el mismo con quien Camacaro combatiera codo a codo en 1824 en la recordada victoria sobre la caballería realista del general José de Canterac en la Batalla de Junín. Camacaro envía entonces un oficial con bandera de parlamento a donde se encontraban las tropas peruanas, retando a un duelo a caballo y lanza a cualquier jefe enemigo que se atreviera a aceptar. El desafío fue contestado por el coronel Domingo Nieto del primer escuadrón de Húsares de Junín y tras un reñido combate el comandante José María Camacaro rindió la vida atravesado por una lanza.[5] Sin embargo su muerte, aunque muy sentida por sus compañeros de armas, no afectó el resultado de la batalla en la que el Ejército grancolombiano venció a la vanguardia peruana, tras lo cual se firmó el Convenio de Girón, finalizando la guerra poco después.[6]
El duelo Nieto-Camacaro según la historiografía peruanaEl episodio del duelo personal de Nieto y Camacaro es fidedignamente histórico aunque parezca ya legendario:
Referencias
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