José María Álvarez de Toledo
José María García Álvarez de Toledo (Buenos Aires, 23 de noviembre de 1921-ibídem, 20 de agosto de 1999) fue un diplomático de carrera argentino. Fue embajador de Argentina en ocho países —entre ellos Suiza, Uruguay, Brasil, Santa Sede y Chile— como así también en la Unesco, además de desempeñarse como subsecretario de Relaciones Exteriores en 1962 y entre 1969 y 1970.[1][2][3] BiografíaNació en 1921, hijo de Federico Álvarez de Toledo (político radical y diplomático) y de Delia Gowland. Pasó parte de su infancia en París, mientras su padre era embajador argentino en Francia, y luego asistió al Colegio Champagnat de Buenos Aires. Casado con Enriqueta de Anchorena, tuvo seis hijos.[3][4] Estudió en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, graduándose de abogado a los 22 años en 1943. Ingresó al servicio exterior en 1945 como agregado y vicecónsul.[2] A lo largo de su carrera diplomática, cumplió funciones en Italia, Chile, República Dominicana, Alemania, entre otros.[3] Fue ministro plenipotenciario en Checoslovaquia y jefe de gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.[5] Entre febrero y mayo de 1962 se desempeñó como subsecretario de Relaciones Exteriores de la Nación, bajo los cancilleres Miguel Ángel Cárcano, Roberto Etchepareborda, Mariano José Drago y Bonifacio del Carril (presidencias de Arturo Frondizi y José María Guido). Entre octubre de 1962 y abril de 1963 fue director Nacional de Ceremonial.[2] Su primer puesto como embajador fue en Suiza, ocupando el cargo entre 1963 y 1964. Entre 1964 y 1965 fue embajador en Rumania, de 1965 a 1966 en Sudáfrica, y entre 1967 y 1969 en Uruguay.[2] Volvió a ser subsecretario de Relaciones Exteriores entre 1969 y 1970, bajo el canciller Juan B. Martín, durante la presidencia de facto de Juan Carlos Onganía.[3] Entre 1970 y 1972 fue representante ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en París.[6][7] En agosto de 1972 el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse lo designó embajador en Brasil, ocupando el cargo hasta diciembre de 1974 cuando fue reemplazado por Ángel Federico Robledo.[2] Quedó brevemente apartado del servicio exterior activo en 1975 bajo el canciller Alberto Vignes.[8][9] Retornó al servicio activo tras el golpe de Estado de marzo de 1976,[10] y hasta 1979 fue director del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN).[2] Fue representante argentino en la Comisión Administradora del Río de la Plata, siendo su primer presidente en 1977.[11] Volvió a ocupar el cargo en 1979, siendo vicepresidente en 1978.[12] De 1979 a 1981 fue embajador en Bélgica, con concurrencia en Luxemburgo. Entre 1981 y 1984 fue embajador ante la Santa Sede y la Soberana Orden de Malta,[2] aunque no integró la delegación argentina que participó en el proceso de mediación papal con Chile.[13] Bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, fue embajador en Chile entre 1984 y 1989.[2] En este último cargo, formó parte de las negociaciones que culminaron con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile que puso fin al conflicto del Beagle.[3] En 1987 impulsó la creación de la Cámara Chileno-Argentina de Comercio.[14] Fue miembro fundador del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y dirigió el Instituto Argentino-Chileno de Cultura.[3] Falleció en 1999 a los 77 años, siendo sepultado en el Cementerio de la Recoleta.[3] Referencias
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