John Jairo Moreno Torres
John Jairo Moreno Torres (Bogotá, 1979-1998) fue un pandillero, psicópata y asesino en serie colombiano.[1][2][3] Fue conocido en su momento como «Johnny el Leproso».[4][5] Cometió los asesinatos entre 1997 y 1998.[6] Murió en la cárcel La Modelo de Bogotá a los 19 años, después de ser golpeado, apuñalado y baleado.[7] BiografíaJohn Jairo Moreno Torres nació en la ciudad de Bogotá, Colombia. Vivió y creció en medio de una familia disfuncional con problemas económicos. Desde temprana edad sufrió una quemadura en su pierna,[8] marca que con el tiempo le valió para ser conocido como «Johnny el Leproso».[9] Con el transcurrir de los años abandonó el colegio y a los 13 años lideró a una pandilla que operaba en las localidades de Fontibón y Kennedy en la década de 1990,[10] en su momento, fue una de las bandas más temidas de Bogotá.[1] Se le relacionó con varios asesinatos y violaciones sexuales que ocurrieron en diversos barrios.[9] Como líder de la banda, asesinó a varias personas mediante el uso de armas de fuego, navajas y machetes.[9] El grupo se extendió y se asentó en varios territorios de la ciudad, con esto, desplazó a otras organizaciones delincuenciales y monopolizó el microtráfico de drogas. En vista de todos los sucesos, las autoridades colombianas investigaron a fondo y establecieron estrategias para capturar a los miembros de la banda. La policía rastreó el lugar donde residía la compañera sentimental de Moreno Torres, esperando a que llegara al sitio, una vez identificado, las autoridades lo capturaron de manera inmediata.[5] Finalmente fue recluido en la cárcel La Modelo de Bogotá, donde fue asesinado.[11] Se cree que varios internos lo mataron con un arma de fuego al dispararle en 12 oportunidades.[12] Otras versiones apuntan a que además de ser baleado, también fue golpeado y apuñalado por medio de objetos fuertes y cortopunzantes.[7] CrímenesMoreno Torres fue relacionado por la muerte de 4 personas, aunque se cree que perpetró entre 10 y 20 asesinatos.[9] Todas las muertes fueron violentas y se ejecutaron con vehemencia. Una de las víctimas de nombre Omar Cepeda Rendón fue ejecutada con arma de fuego, posteriormente desmembrada e incinerada y cuyos restos fueron esparcidos por una calle de la localidad de Kennedy.[11] Véase tambiénReferencias
Bibliografía
|