Islam y leyes noájidasEn términos generales, la mayoría de las autoridades rabínicas del judaísmo siguen la opinión de Maimónides de que el Islam no es idolatría. Sin embargo, existen diversas opiniones sobre este tema, junto con debates sobre si los musulmanes deben ser catalogados como noájidas.[1] Un punto principal de discordia entre las dos religiones abrahamicas, es la no aceptación islámica de la intangibilidad de las escrituras judías, así como con la teología del reemplazo de Mahoma.[2] El Corán y las leyes noájidasSegún el judaísmo, los «Siete preceptos de las naciones» o «Siete leyes de los hijos de Noé» son el número de mandamientos básicos y de origen divino entregados al primer hombre, Adán, y posteriormente ratificados a Noé, los cuales deben obedecer los hijos de Noé, es decir, toda la humanidad.[3][4] Se considera que el evento de la entrega de los preceptos de las naciones, entregadas inicialmente a Adán y ratificadas a Noé también se encuentra registrado también en el Corán[2]:
En el siguiente texto, la palabra árabe «din» se entiene como religión o costumbre, el término también se puede refierir a la forma de vida para cumplir la sharia (ley)[5][6][7]:
Leyes de Noé en el CoránSegún la tradición judía cualquier religión posterior o paralela al judaismo que diga o haga alarde de tener un origen divino no pueden contradecir las leyes noájidas, motivo por el cual el judaísmo es capaz de considerar al Islam positivamente, debido a que las siete leyes de Noé se encuentran en el Corán[2]:
Opinión de MaimonidesMaimónides sostenía que el Islam no constituía una forma de idolatría. No obstante, esta postura ha sido objeto de diversos debates teológicos, incluyendo la cuestión de si los musulmanes pueden ser considerados noájidas. Una de las principales divergencias entre el judaísmo y el islam radica en la falta de aceptación islámica de la intangibilidad de la Torá y otros libros de la biblia judía, razón por la cual se considera al Islam como una herejía[8], asi como la teología islámica del reemplazo, que postula al Islam como la fé verdadera por sobre el judaísmo.[2][9]
Dado que Maimónides consideraba que los musulmanes compartían con el judaísmo la creencia en un único Dios, la entrada a una mezquita no representa una violación de los principios monoteístas. En contraste, las prácticas iconográficas y adoración a la Trinidad presentes en el cristianismo, lo llevaron a clasificar el cristianismo como una religión idólatra.[10][11]Para los musulmanes en la mayoría de sus interpretaciones a la Ley islámica, los no-musulmanes pueden ingresar a las mezquitas siempre que no duerman ni coman allí, por otro lado para la corriente islámica de Malikí no se permite el ingreso de los no-musulmanes a mezquitas bajo ninguna circunstancia.[12] Sin embargo, bajo la opinión de Maimonides los musulmanes son considerados infieles (kofer) de la Torá, puesto que los musulmanes creen que los mandamientos de la Torá caducaron o están corruptos:
Musulmanes noájidasSegún el rabino Elie Benamozegh, rabino italiano del siglo XIX, indica que se puede considerar a los musulmanes como noájidas, en el entendido que guardan las leyes de Noé. Por otro lado, para el Rab Brisker dijo que para que los musulmanes sean considerados noájidas, deben aceptar las siete leyes de Noé porque Hashem lo ordenó en la Torá.[2] Antiguo IsraelEl concepto de "gentiles justos" tiene precedentes en el antiguo Israel. En la Biblia hebrea, hace referencia que el estatus legal de guer toshav (hebreo: גר תושב, guer: "extranjero" + toshav: "residente" ) fue otorgado a aquellos gentiles (no-judíos) que vivían en la Tierra de Israel, aceptando las siete leyes de Noé de manera vinculante, en presencia de un tribunal conformado por tres rabinos. Recibiendo por parte del pueblo judío cierta protección legal y ciertos privilegios en la sociedad judía sobre el resto de extranjeros, como la obligación de prestarle ayuda cuando lo necesite. Este estatus legal dejó de ser utilizado tras la destrucción del Segundo Templo y la expulsión de los judios de Judéa, y reutilizado tras el establecimiento del Estado de Israel. Se considera que los primeros "guer toshav" fueron los hijos de Jetró, quienes pertenecian a la tribu kenita, este pueblo acompañó al pueblo de Israel en el desierto en su travesía hacia Canaan, al establecerse en este territorio convivieron armoniosamente con los israelitas, alcanzando su mayor protagonismo en la época de los dos reinos, principalmente en el tiempo previo a la caída del Primer Templo a manos de los babilonios. Su rastro en la Biblia se pierde tras el retorno de los judíos del exilio babilónico.[2][13] En todas partes donde se usa la palabra “keni” (קֵינִי), Onkelos la traduce al arameo como שַׁלְמָאֵי (Shalmae). Por otro lado Yonatan ben Uziel la traduce como מִשַׁלְמָאֵי (Mishalmae). Algunos rabinos sugieren que esto se refiere a la gran cantidad de creyentes no-judíos que vinieron a sacrificar en el «Korbán shlamim» en Jerusalén junto con los judíos. Se considera que las palabras "shalmae" o "mishalmae", podrían ser una referencia que en la literatura judía, el Islam es mencionada como una religión antigua, que se remonta al menos a los tiempos del Segundo Templo, e incluso una huella de aquella creencia pre-islamica se podría encontrar en la Sura al-Qasas 28:53[14]:
Hanif y Bnei NoajEn el Islam existe un concepto similiar al noájida (en hebreo: בני נח, Bnei Noaj) denominado como «hanif» (en árabe: حنيف , ḥanīf, que significa "inclinarse, declinar" ), según la definición islámica, una religión monoteísta innata, que «no asocia» a Dios con otras deidades, ni astros, ni ídolos. Los hanif eran personas monoteístas que mantenían principios básicos, pero no eran parte de comunidades judias o cristianas.[15]Según el judaísmo, los Bnei Noaj, son monoteístas que se adscriben a cumplir principios básicos, las denominadas Leyes noájidas, y no son parte de la comunidad judía.[16]
En la edad temprana del Islam se hace mención de un hanif llamado Abū 'Amar 'Abd Amr ibn Sayfī, líder de la tribu árabe Banu Aws en Medina, quien en un principio contribuyó con la construcción de la Mezquita de Medina menicionado en el versículo coránico 9:107, posteriormente se convirtió en un opositor del Islam tras la expulsión de los judíos de la tribu Banu Nadir —quienes fueron expulsados de Medina al negarse a convertirse al Islam—, refugió a algunos judíos que eran perseguidos por Mahoma y se alió con la tribu árabe Quraysh, combatiendo a los musulmanes Batalla de Uhud.[17] Según fuentes chiitas la tribu de Banu Aws era una tribu judía, sin embargo otras fuentes indican que eran árabes monoteístas (hanif). En un inicio eran una tribu cliente de la tribu judía Banu Qurayza, posteriormente se independizaron y se mantuvieron como aliados de los judíos.[17][18] Existe la hipótesis que estos árabes monoteístas (hanif) hubieran sido reconocidos por las tribus judias de la peninsula arabiga como noájidas.[2] Véase tambiénReferencias
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