InvitaciónInvitación (del latín invitatio)[1] es la comunicación por la cual se pide a una persona, personas o entidad, que acuda a cierto acto social, evento, fiesta o cualquier clase de celebración (por ejemplo, una boda). Habitualmente la persona invitada lo hace en condiciones de gratuidad, siendo los gastos cubiertos por el anfitrión y siempre quiere algo más a la otra persona (el que invita) "por gentileza hacia ella"; aunque existen múltiples convenciones sociales que permiten ejercer la reciprocidad. No obstante, también se llama "invitación" al billete que se compra para asistir a determinados actos.[2] La invitación puede realizarse por diversos medios en función de la importancia del evento: desde los más informales como una conversación presencial, una llamada telefónica o un mensaje por Internet hasta los más formales como una carta personalizada, una tarjeta de invitación o video de invitación virtual enviado por redes sociales como WhatsAapp.[3] En cualquiera de los casos, las reglas de la etiqueta exigen que la invitación se haga directamente por el anfitrión o los anfitriones al invitado o invitados y que exigen al invitado que conteste aceptando o rechazando la invitación. En función del contexto, puede tomarse como una ofensa el rechazo de una invitación, pues se interpreta como un desprecio. Características de las invitacionesEn las invitaciones a cualquier evento, es necesario incluir: el motivo, el nombre de los organizadores, el nombre y dirección del lugar (en ocasiones se incluye un mapa que explique cómo llegar), la fecha y la hora; y en su caso el vestuario adecuado (dress code -"código de vestuario"-,[4] siendo los más habituales en la tradición occidental:[5] "informal" -tenue de ville-,[6] "casual",[7] "etiqueta",[8] "chaqué o uniforme", "corbata negra -black tie-", "esmoquin -smoking- para los hombres y vestido largo o traje de cóctel -cocktail dress-[9] para las mujeres", "corbata blanca -white tie-", "frac para los hombres y vestido largo para las mujeres", traje regional, disfraz o tema, etc.)[10] Algunas invitaciones responden a un estricto código formal. Por ejemplo, en una clásica invitación de boda en el centro del tarjetón figuran exclusivamente los nombres de pila de los contrayentes, situándose a menor tamaño en los laterales de la parte superior los nombres completos sus progenitores. La invitación propiamente dicha está impresa, pero es tradición que el sobre vaya escrito a mano. También es habitual acompañarla con la tarjeta de los establecimientos en donde se ha contratado la lista de boda o mesa de regalos. Algunas invitaciones como las de bautizos, bodas o comuniones llevan implícitas la necesidad de hacer un regalo al/los afortunados que será de menor cuantía si no se piensa asistir. Es tradicional imprimir las invitaciones en una imprenta especializada (casa de invitaciones). También se realizan de manera casera y artesanal. En la actualidad se ha hecho costumbre realizarlas digitalmente y enviarlas por correo electrónico o compartirlas por redes sociales. Véase tambiénReferencias
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