Inglaterra en la Copa Mundial de Rugby de 1991
La Rosa fue anfitrión y una de las 16 naciones participantes de la Copa Mundial de Rugby de 1991. Inglaterra llegó en un gran nivel a la segunda copa del mundo, habiendo obtenido el Grand Slam como vencedora máxima en el Torneo de las Cinco Naciones 1991 y por así era candidata al título. Pese al resultado, esta participación es la mayor hazaña en su historia durante la era aficionada. PlantelCooke (50 años) seleccionó un plantel muy experto y sin debutantes. Se apoyó en un rudo juego de forwards con mucha posesión del balón, limitando a los backs a una dura defensa y esperar al contraataque.
ParticipaciónLa Rosa integró el Grupo A junto con los reinantes campeones All Blacks, la fácil Italia y los débiles Estados Unidos. Cayeron en el partido inaugural ante Nueva Zelanda y vencieron ampliamente a los otros, para avanzar de fase. Fase finalEn cuartos debieron cruzarse en París a los subcampeones Les Bleus; capitaneados por la leyenda Serge Blanco y acompañado de Pascal Ondarts, Abdelatif Benazzi, Philippe Sella y Jean-Baptiste Lafond. Inglaterra ganó Le Crunch jugando a presionar a la línea defensiva mediante patadas a cargar y una hostigante marca sobre Blanco, incluso golpeándolo fuera de tiempo, para quebrar el espíritu francés y evitar su ágil juego de backs. Las semifinales los cruzó con Escocia, siendo aun hoy el clásico más importante que hayan disputado, integrada por: la leyenda Gavin Hastings, David Sole, John Jeffrey y Scott Hastings. En un aburrido duelo, la Rosa venció gracias a un grosero penal errado del capitán Hastings. FinalInglaterra cumplió a su localía llegando al partido más importante, donde enfrentaron a los Wallabies y usaron una estrategia de juego totalmente opuesta a la realizada hasta entonces. La sólida defensa planteada por Bob Dwyer y ejecutada eficazmente por Simon Poidevin, Jason Little y Marty Roebuck, más el constante ataque de Tony Daly y David Campese fueron suficientes para que Australia gane la copa del mundo. LegadoEl cambio de estrategia que usó Inglaterra en la final es considerado uno de los peores errores en la historia del rugby. Leonard dijo en su autobiografía que la decisión fue de Geoff Cooke, Carling y Rob Andrew, y que enfureció a los forwards.[1] El nuevo estilo fue un intento para confundir a los australianos, pero resultó defectuoso[2] y modificó hasta la línea de backs; resultando que varios jugaran fuera de su lugar habitual (como el centro Halliday al que lo alinearon de wing, reemplazando a Heslop). Referencias
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