” María (Guadalupe Docampo) … embarazada y harta de un sometimiento… huye a bordo de su camioneta rumbo a su pueblo natal, Naicó…
un destino que cada minuto parece más lejano, al tiempo que se topa con distintas criaturas que la orientarán en su camino…Cuento fantástico en el sentido más literal del término, Infierno grande crea un mundo deformado que María percibe con la tranquilidad de lo normal.…entrega sus mejores momentos cuando hace chocar su deriva apacible con esas alteraciones solapadas, dejándose llevar por un surrealismo que convierte al recorrido de María en el producto de lo que podría ser una mente afiebrada.[1]
” Guadalupe Docampo lleva adelante esta inclasificable road movie con su panza a cuestas sin que, para decirlo de un modo suave, nadie le ceda el asiento en el colectivo …“Infierno Grande” es un diamante en bruto que se disfruta, sin que algunas imperfecciones técnicas y narrativas alcancen a malograr esta opera prima de Alberto Romero. Hay notables actores de reparto, buen uso de locaciones, y una banda sonora memorable a cargo de Gustavo Pomeranec.”[2]