La inducción, incitación o provocación del suicidio se refiere a las conductas que pueden conducir directa o indirectamente al suicidio de otra persona, y que en algunos países son punibles por la ley.[1][2][3][4]
Legislación
En algunos países, la inducción al suicidio es un delito que consiste en ejercer una influencia física o mental sobre la víctima, para conseguir que en un momento dado ésta se suicide. Es una conducta penada por tratarse de una figura muy similar al homicidio o asesinato, que atenta contra el derecho a la vida.
Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el que instigare a otro al suicidio o le ayudare a cometerlo, si el suicidio se hubiese tentado o consumado.
Colombia
En Colombia, el artículo 107 del Código Penal tipifica el delito de inducción o ayuda al suicidio:[6]
El que eficazmente induzca a otro al suicidio, o le preste una ayuda efectiva para su realización, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento ocho (108) meses.
Cuando la inducción o ayuda esté dirigida a poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable, se incurrirá en prisión de dieciséis (16) a treinta y seis (36) meses.
Según el Código Penal (Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre), el artículo 143 castiga como delitos autónomos una serie de modalidades de participación en un suicidio ajeno:[9]
1. El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años.
2. Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una persona.
3. Será castigado con la pena de prisión de seis a diez años si la cooperación llegara hasta el punto de ejecutar la muerte.
4. El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo.
Francia
Los casos contemplados en la Sección 6 del código penal francés sobre la provocación del suicidio son:
Artículo 223-13: Provocar el suicidio de otro se sancionará con tres años de prisión y una multa de 45.000 euros cuando la provocación haya sido seguida de suicidio o intento de suicidio. Las penas se incrementan a cinco años de prisión y multa de 75.000 euros cuando la víctima de la infracción tipificada en el párrafo anterior sea menor de quince años.
Artículo 223-14 modificado por Ordenanza n.º 2000-916 de 19 de septiembre de 2000- Arte. 3 (V) JORF22 de septiembre de 2000 vigente desde el 1 de enero de 2002: La propaganda o publicidad, cualquiera que sea la modalidad, a favor de productos, objetos o métodos recomendados como medio de suicidio se sanciona con tres años de prisión y multa de 45.000 euros.
Artículo 223-15: Cuando los delitos previstos en los artículos 223-13 y 223-14 se cometan a través de la prensa escrita o audiovisual, serán de aplicación las disposiciones específicas de las leyes que regulen estas materias en materia de determinación de personas. responsable.
Artículo 223-15-1 modificado por LEY n ° 2009-526 de 12 de mayo de 2009- Arte. 124: Las personas jurídicas declaradas penalmente responsables, en las condiciones previstas en el artículo 121-2, por los delitos tipificados en este apartado incurren, además de la multa en los términos previstos en el artículo 131-38.
Historia
La defensa o apología del suicidio ha ocurrido en muchas culturas y subculturas. El confucianismo sostiene que uno debe renunciar a su vida, si es necesario, ya sea de forma pasiva o activa, en aras de defender los valores morales cardinales de ren (altruismo) y yi (rectitud). El ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial alentó y glorificó los ataques kamikaze, y la sociedad japonesa en su conjunto ha sido descrita como "tolerante al suicidio" (ver Suicidio en Japón).
La promoción del suicidio también se ha realizado a través de Internet. Un estudio del British Medical Journal encontró que es probable que las búsquedas en la web de información sobre el suicidio devuelvan sitios que fomenten, e incluso faciliten, los intentos de suicidio.[10] Si bien los recursos pro-suicidio eran menos frecuentes que los sitios neutrales o anti-suicidio, no obstante eran fácilmente accesibles.[11] Existe cierta preocupación de que tales sitios puedan empujar al suicida al límite. Algunas personas forman pactos suicidas con personas que conocen en línea.[12] Algunas personas forman pactos suicidas con personas que conocen en línea.[13] Becker escribe: "Los visitantes adolescentes suicidas corren el riesgo de perder sus dudas y temores sobre el suicidio. Los factores de riesgo incluyen la presión de los compañeros para suicidarse y las citas para suicidios conjuntos. Además, algunas salas de chat celebran a los conversadores que se suicidaron".[14]
William Francis Melchert-Dinkel, de 47 años en mayo de 2010, de Faribault, Minnesota, enfermero con licencia desde 1991 hasta febrero de 2009, está acusado de alentar a la gente a suicidarse mientras miraba como un voyerista en una cámara web.[15][16][17][18] Supuestamente les dijo a los que estaban contemplando el suicidio qué métodos funcionaban mejor, que estaba bien suicidarse, que estarían mejor en el cielo o que suscribieran pactos suicidas con ellos.[15][19] Melchert-Dinkel fue acusado de dos cargos de ayudar al suicidio, por supuestamente alentar el suicidio de una persona en Gran Bretaña en 2005 y otra persona en Canadá en 2008.[15][20]
La llamada "ley de Suzy" (proyecto de ley llamado así por Suzanne Gonzales, quien se suicidó en 2003[21] tras acceder a información del grupo alt.suicide.holiday de Usenet) prohibiría, en los EE. UU., los sitios que brinden información sobre métodos suicidas o que ayuden al suicidio.[22] Ha habido algunas prohibiciones legales en los sitios web pro-suicidio, sobre todo en Australia, pero al parecer tales prohibiciones simplemente han alentado a los propietarios de estos sitios a trasladarlos a otras jurisdicciones.[23]
↑Recupero PR, Harms SE, Noble JM (2008). «Googling suicide: surfing for suicide information on the Internet». J Clin Psychiatry69: 878-88. PMID18494533. doi:10.4088/jcp.v69n0601.
↑Pirkis J, Neal L, Dare A, Blood RW, Studdert D (April 2009), «Legal bans on pro-suicide web sites: an early retrospective from Australia.», Suicide Life Threat Behav (Suicide Life Threat Behav.) 39: 190-3, PMID19527159, doi:10.1521/suli.2009.39.2.190.