Durante su reinado tuvo que enfrentarse a las oleadas de los nómadas amorreos del desierto de Arabia que sobrepasaron el sistema de fortificaciones ideado por su predecesor. A ello se sumaron numerosas rebeliones de ciudades de la propia Sumeria. Ibbi-Sin trató de establecer alianzas para mantener al menos el territorio central; así, entregó las regiones más afectadas por la llegada de los nómadas a un funcionario suyo: Ishbi-Erra. Sin embargo esto resultó un fracaso, ya que Ishbi-Erra aprovechó para fundar una dinastía propia con centro en Isin. Finalmente, un ataque de los elamitas y los nómadas de los montes Zagros consiguió tomar Ur, poniendo fin a la dinastía y al imperio encabezado por esta ciudad. Los conquistadores arrasaron la ciudad, destruyeron los templos e incendiaron los campos, lo cual fue relatado en las llamadas lamentaciones de Ur.
Referencias
Garelli, Paul (1974). «El Imperio de Ur y su herencia». El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9310-2.
Leick, Gwendolyn (2002). «Ur». Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Rubí. 84-493-1275-2.