Hembra (náutica)

En náutica, la hembra puede referirse a:

  • Uno cualquiera de los rebajos del dormido en que se ajustan los piques.
  • Una cualquiera de las piezas taladradas en que gira el timón.
  • La proa de la bolina.

Hembra del timón

Históricamente, el timón se colocaba exactamente sobre el codaste con machos que entraban en las hembras, que para este efecto se colocaban sobre el codaste, y que le permitían girar a derecha e izquierda, según la dirección o rumbo que se quería dar al buque. Las hembras y machos del timón se colocaban en número igual y proporcionado al largo de este, de modo que correspondían igualmente unos a otros. Sus dimensiones y proporciones y las de sus pernadas que las afirmaban respectivamente, son de bastante consideración y relativas a las dimensiones del timón y del codaste. El largo de cada macho era vez y media el grueso del timón; el diámetro tres pulgadas, el juego o agujero de cada hembra debía tener un poco más de diámetro que el del macho, y el diámetro exterior igual al tercio del grueso del codaste. La hembra debía morder sobre el cuerpo del codaste, y guarnecerse por dentro de bronce para que su rozamiento fuera más suave. Las pernadas de los machos y hembras tenían que tener de largo tres veces el grueso del codaste, de ancho un poco menos que la mitad de este grueso, y de grueso el cuarto del ancho. Estas se fijaban o aseguraban con clavos de cabeza gruesa, cuyo largo debía ser proporcionado a la fuerza de las pernadas y de los machos.

Por la parte exterior del codaste y en toda su longitud se agregaba una pieza de roble que tenía que tener su ancho igual al del codaste, y cinco pulgadas de grueso, y se llamaba contracodaste exterior, y se aseguraba con clavos sobre el codaste y sobre la cara superior de la quilla mediante su mecha. Sobre estas dos piezas del codaste y los costados se establecían las hembras del timón, empezando por la primera o más alta al frente del yugo principal, y la última 6 más inferior se situaba a la altura de seis pies, desde canto bajo de zapata para arriba; siguiendo colocando las restantes a seis pies de distancia una de otra. A cada hembra se le pasaba en la dirección de babor a estribor un perno travesero de remache con anillo, asegurándola sobre el codaste y costados con clavos de cobre de seis pulgadas de largo y de cabeza grande y redonda.

Véase también

Referencias