Héctor Escardó
Héctor Escardó Salazar (Pisco, 1879-¿Nueva York?, 1922) fue un ingeniero y político peruano. Ministro de Fomento (1917-1918) y de Hacienda (1918-1919), durante el segundo gobierno de José Pardo. BiografíaHijo de Florencio Escardó y Clorinda Salazar.[1] Realizó sus estudios escolares en el prestigiado colegio de Agustín T. Whilar. Luego ingresó a la Escuela Nacional de Ingenieros, donde se tituló de ingeniero de minas (1901).[2] Empezó a laborar en las Empresas Eléctricas, contribuyendo a la instalación del alumbrado eléctrico en la ciudad de Lima. Luego ejerció su profesión en diversos asientos mineros de la sierra central del Perú, situados en Huacracocha (provincia de Yauli) y Cerro de Pasco. Demostró sus dotes como organizador, administrador y planificador, logrando notables éxitos en la producción. Viajó a Europa para actualizar sus conocimientos. De vuelta al Perú, fue nombrado delegado de minería de Cerro de Pasco.[1] Incursionó en la política, afiliándose al Partido Nacional-Democrático (fundado por José de la Riva Agüero y Osma), de cuya directiva formó parte. Fue elegido alcalde de Cerro de Pasco y, posteriormente, diputado por la misma provincia (1913-1918).[3][2] El presidente José Pardo y Barreda (segundo gobierno) le convocó para formar parte del Consejo de Ministros, en el portafolio de Fomento y Obras Públicas,[4][5] cargo que juró el 27 de julio de 1917. El gabinete estaba presidido por Francisco Tudela y Varela. Escardó se distinguió por su perseverante labor en favor de la ampliación de la red ferrocarrilera.[2] Cuando el Congreso aprobó una Ley de Ferrocarriles y lo remitió al Poder Ejecutivo, este vetó dicha ley y lo devolvió con una serie de observaciones. El Congreso, en represalia, interpeló a Escardó y al ministro de Hacienda, Germán Arenas y Loayza, en las sesiones de 10 y 11 de abril de 1918. Escardó defendió las observaciones, aduciendo que el Congreso había hecho agregados al proyecto original siguiendo reclamos regionalistas o localistas. El Senado no quiso discutir las observaciones e insistió en su ley aprobada. El gabinete Tudela, en pleno, renunció entonces (12 de abril de 1918).[6] En el editorial del semanario Sudamérica del 27 de abril de 1918, se comentó este suceso, lamentándose la renuncia de Escardó, al que se describía como un «elemento nuevo y entusiasta en la arduas labores del poder, [que] ponía a contribución, a beneficio de la prosperidad nacional, un vehemente patriotismo y experimentados conocimientos profesionales, que lo señalan como uno de los más brillantes ingenieros de la república».[7] Escardó reanudó su labor parlamentaria, hasta que el 18 de diciembre de 1918 retornó al Consejo de Ministros, esta vez como ministro de Hacienda y Comercio.[8] En ese cargo se mantuvo hasta el final del gobierno, final que fue adelantado por el golpe de Estado de Augusto B. Leguía, el 4 de julio de 1919. Se trasladó entonces a Estados Unidos, donde falleció.[2] Referencias
Bibliografía
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