Una gliptoteca es un museo dedicado en un principio a las piedras finas grabadas, pero también a las obras de escultura en general.
La designación «gliptoteca» fue acuñada por vez primera en alemán (Glyptothek) por el bibliotecario del rey Luis I de Baviera, derivada del antiguo verbo griego γλυπτόςglyptós, que significa 'cortado en piedra', y θήκη, thḗkē, por 'caja, almacén'. Era una alusión al antiguo nombre griego de pinacoteca (de Pínax, 'panel' o 'pintura'). Glypton es la palabra griega para una escultura.[1]
En el siglo XVI, los Médicis reunieron una magnífica colección de piedras grabadas y pronto cundió la afición y hallaron imitadores en el resto de Europa.