Gevuina avellana
Gevuina avellana es la única especie del género Gevuina, de la familia Proteaceae. La especie se conoce con los nombres vulgares de avellano o avellano chileno[2] y es un árbol perenne monoico. Crece en los bosques templados de Chile, entre los 35° y los 44° de latitud Sur. Este árbol se adapta a diferentes climas y terrenos pero nunca pasando a lo extremo (+40° o -10°). Los colonizadores españoles lo llamaron avellano por la semejanza del fruto seco de esta especie con el que se obtiene del Corylus avellana (el avellano común o europeo). DescripciónEl avellano es un árbol de entre 3 y 20 m de altura, con tronco de unos 5 m de diámetro, que puede crecer recto o ramificado desde el suelo. Las hojas son compuestas imparipinnadas con foliolos de textura coriácea y borde aserrado. Se destaca por su follaje verde brillante, así como por sus brotes nuevos con un tomento ferrugíneo. Sus flores son hermafroditas, pequeñas, de color blanco cremoso y se agrupan de dos en dos en racimos largos y axilares. Su fruto, la avellana, es una nuez negra, con pericarpio leñoso y cotiledones blancos comestibles. Durante su desarrollo presenta cambios de coloración de verde a rojo y finalmente pardo oscuro en la madurez. CultivoCrece bien en clima templado oceánico con temperaturas frescas y donde las heladas son comunes. Tiene una aceptable resistencia a las heladas; al menos −12 °C en madurez; por lo que puede ser cultivada hasta en zonas geográficas australes equivalentes a la zona de rusticidad 8. Este árbol fue introducido en Gran Bretaña en 1826. Crece bien en Irlanda, Escocia, Nueva Zelanda, California y algunas partes de Inglaterra; existen pocos especímenes cultivados en España[3] y la costa noroeste del Pacífico de Estados Unidos.[4] El árbol más alto en las islas británicas mide 17 m. En Seattle, Washington, ardillas y aves comen de sus semillas. UsosPresenta múltiples usos como maderera, melífera y ornamental, destacándose la producción de frutos aptos para la industria cosmética, farmacológica y de alimentos. El fruto (la "avellana") se consume crudo, o como fruto seco, hervido o tostado; y se utiliza en diversas preparaciones, y está empezando a usarse en pastelería. Las semillas contienen 12% de proteína, 49% de aceite y 24% de carbohidratos.[5] La mayor parte de las avellanas que están a la venta se recolectan en bosques durante el otoño (marzo-abril), pero se están desarrollando variedades de mayor rendimiento en Chile y en Nueva Zelanda. El aceite de avellanas tiene usos alimenticios y cosméticos; es rico en antioxidantes y ayuda a combatir el colesterol. La nuez es buena fuente de vitamina E (a-tocotrienol) y beta-caroteno. El aceite como ingrediente cosmético para el tratamiento de la piel por su fuente natural de Omega 7. El aceite se utiliza como ingrediente para la elaboración de protectores solares.[6][7] Como flora apícola, la miel producida con el néctar de sus flores es bastante apreciada localmente. La madera se usa poco en la calefacción, debido a su baja capacidad calórica; en cambio, el contraste entre su color claro con vetas castaño oscuras la hace atractiva para trabajos de artesanía, ebanistería y revestimiento de paredes interiores. TaxonomíaGevuina avellana fue descrita por Juan Ignacio Molina y publicado en Saggio sulla Storia Naturale cel Chili . . . 184. 1782.[8]
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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