La obra está dividida en tres partes, cuarenta y nueva capítulos y dos epílogos.[2] En la misma, Carrión decidió «canonizar» de manera satírica y crítica a García Moreno.[5] Su crítica al expresidente se basa en documentos históricos, su epistolario, sus escritos y sus discursos. En relación con García Moreno, afirmó Carrión:[2]
Si Dios creó a Bolívar y a los demás santos de la libertad, el diablo creó a Santa Anna, a Rosas, a García Moreno, a Melgarejo, a Rodríguez de Francia, a Estrada Cabrera, Victoriano Huerta...
El autor se expresó en contra de la canonización de García Moreno,[6] que se discutía en ese entonces,[2] y como argumento afirmó que sería malo para la iglesia católica si eso ocurriera. Además aseveró que muchos católicos no lo aceptaban y que más bien era un proceso promovido por críticos de la iglesia:[6]
Una calumnia de los enemigos de la Iglesia, que pretenden desacreditarla atribuyéndola barbaridades semejantes.
En un editorial del diario Opción, el escritor Gustavo Báez Tobar alabó la «contundencia investigadora» de Carrión en el libro, además de destacar el estilo y el léxico utilizado por el autor, que Báez calificó de «variado, agradable y enriquecedor». También comparó a la obra con libros de autores como Rómulo Gallegos y Germán Arciniegas, quienes también retrataron la vida de dictadores latinoamericanos de sus respectivos países.[2]
↑«El legado de Benjamín Carrión será recordado». El Universo. 7 de marzo de 2018. Consultado el 23 de julio de 2023. «Entre sus trabajos más destacados están Atahualpa (1934), San Miguel de Unamuno (1954), García Moreno, el santo del patíbulo (1959), El cuento de la Patria (1967), y varias obras literarias más.»
↑«Dios no muere; García Moreno tampoco». Primicias. Consultado el 23 de julio de 2023. «Para enfrentarlos, Benjamín Carrión le dedicó una biografía jugosa, pero sesgada, a la que llamó ‘El santo del patíbulo’. Si mal no recuerdo, en ella acusaba al déspota de traición a la Patria por las cartas a Trinité.»