Nació en Sevilla o Toro.[3] Fue hijo de Gómez Tello Girón, regidor y alférez mayor de Arévalo, y su mujer Ana de Deza, hermana de Diego de Deza, arzobispo de Sevilla.[4] Tuvo dos hermanas:[5]
Isabel Deza, casada con el doctor Nicolás Tello, caballero de la orden de Santiago y consejero del Consejo de Órdenes.
María Tello de Deza casada con Fernán Rodríguez de Portocarrero.
Su nombre, Gómez, es una derivación de Gumersindo.[6]
Posteriormente, optó por la carrera eclesiástica y en 1553 fue nombrado arcediano de Reyna, dignidad del cabildo de la catedral de Santiago.[8]
Tras la encarcelación de arzobispo de Toledo, Bartolomé Carranza por la Inquisición en 1559. En un primer momento el consejo del arzobispado nombró gobernador a Juan Briviesca de Muñatones, que ya había sido gobernador entre Bartolomé de Carranza y su antecesor en el arzobispado, el cardenal Siliceo.[9]
Posteriormente, Pio IV facultó a Felipe II para el nombramiento de un gobernador o administrador apostólico de la archidiócesis y optó por Gómez Tello.[9] Esta decisión pontificia fue enfrentada por el cabildo de la catedral de Toledo, aunque finalmente no consiguió evitarla.
La elección fue encargada por el papa Pio IV a Felipe II, quien eligió al licenciado Gómez Tello y Girón. Como salario se le asignaron al año: ocho mil ducados anuales y dos mil fanegas de pan. El cabildo de la catedral de Toledo, le señaló un asiento particular, y distinto del del arzobispo, en el coro de la catedral. Además, el cabildo acordó que se le tratase en todos los aspectos como un obispo menos en aquellos para los que se requiriese la consagración episcopal.[10]
En 1565-66 celebró un importante concilio eclesiástico,[11][12][13] y entre el 29 de junio y el 12 de julio un concilio diocesano[14] en el que se compilaron constituciones sinodales previas de la archidiócesis.[11][12][13] Durante su administración se redujeron las limosnas realizadas por el arzobispado en la diócesis.[15] En 1565, durante su gobierno, se recibieron en Toledo los restos de San Eugenio procedentes de Francia, por mediación de la reina Isabel de Valois.[16]
Entre los episodios más conocidos de su vida destaca el que protagonizó en 1569 con Teresa de Jesús por la fundación de un convento de su reforma en Toledo. La santa consiguió desbaratar la primera oposición de Gómez Tello, concediéndole el permiso siempre que el convento no tenga rentas, fundador o patrón alguno.[17] En este año recibió al archiduque Carlos de Austria (hermano del emperador Maximiliano y futuro archiduque de Austria Inferior) y a don Juan de Austria en su visita a Toledo entre los días 11 y 15 de marzo de 1569.[18]
También protagonizó otro episodio cuando denegó al párroco de la iglesia de Santo Tomé de Toledo, Andrés Núñez, el traslado de los restos de Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz a otro lugar en la misma iglesia. Esta negativa fundada en la tradición de que el señor de Orgaz había sido enterrado en ese exacto lugar por san Agustín y san Esteban al ser trasladado el cuerpo desde el vecino convento de los agustinos a la iglesia de Santo Tomé en 1327. Como consecuencia de esta negativa, don Andrés Núñez encargó al Greco en 1586 el famoso óleo que hoy preside la capilla.[19]