Fritz Kahn
Fritz Kahn (29 de septiembre de 1888, Halle, Alemania, 14 de enero de 1968, Locarno, Suiza) fue un médico ginecólogo, escritor y divulgador alemán de ascendencia judía. HistoriaNació el 29 de septiembre de 1888 en Halle, Alemania. Su padre fue el doctor y escritor Arthur Kahn. Creció en la tradición judía ortodoxa y recibió una educación humanista. Emigró junto con su familia a los Estados Unidos donde vivió en Hoboken y Nueva York. Regresó a Alemania 3 años después.[1] Tras varias mudanzas, la familia se asentó en Berlín. Kahn estudió medicina en la Universidad de esa misma ciudad. Le interesaron las ciencias naturales y las humanidades. Escribió artículos de ciencia para varios periódicos alemanes.[1] En 1912 comenzó a colaborar con la editorial Franckh’sche Verlagshandlung, que le encargó un libro de biología humana.[2] Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el frente como médico militar en Alsacia, Vosges y en el Norte de Italia. En su tiempo libre escribió Die Milchstraße (La Vía Láctea) en 1914.[1] Después de la guerra trabajó como cirujano y ginecólogo en un hospital. En 1919 escribió Die Zelle (La Célula). En 1920 escribió Die Juden als Rasse und Kulturvolk (Los judíos como raza y pueblo cultural) en el que atacaba el antisemitismo y el nacionalismo que comenzaban a estallar.[2] Hacia 1920 abrió un estudio en el que trabajaban ilustradores.[1] Entre 1922 y 1931 escribió la serie de 5 libros Das Leben des Menschen (La vida del hombre). Tenía un estilo que huía de la dureza de los libros de texto tradicionales, pero también alejado de un entretenimiento superficial.[2] En un clima de antisemitismo creciente mostró una actitud liberal, fundó una comunidad humanista y fue presidente de la Jüdische Altershilfe (Ayuda para los ancianos judíos).[1] En 1933 sus libros fueron prohibidos, confiscados y quemados públicamente. Debido a su herencia judía se le prohibió el ejercicio de la medicina en Alemania.[1] Por orden del Tercer Reich fue expulsado de la editorial Franckh’sche Verlagshandlung.[2] La editorial, que temía perder suculentos ingresos, negoció con los nazis poder usar las ilustraciones con la firma Archivo pictórico Franckh, y estas fueron utilizadas por Gerhard Venzmer, un nazi que entonces se convirtió en el autor médico más importante y que publicó su propio libro del cuerpo humano, que era una copia del de Kahn.[2] Residió durante 4 años en Palestina donde se interesó por la construcción del Estado judío y entabló amistad con Chaim Weizmann, futuro primer presidente de Israel.[2] Después se mudó a París con su segunda esposa. En 1937 se publicó en Suiza su libro Unser Geschlechsleben (Nuestra vida sexual).[1] En 1938 sus libros fueron incluidos por los nazis en la lista de escritos dañinos e indeseables.[1] Tras la ocupación de Francia escapó a Burdeos, donde fue detenido. En 1939 publicó en Suiza Der Mensch gesund und krank (El hombre en la salud y la enfermedad).[1] En 1940 escapó a Portugal.[1] En 1941 consiguió huir de Lisboa gracias a Varian Fry y a su Emergency Rescue Comittee, que ayudó a decenas de intelectuales a marchar hacia Estados Unidos. La carta que envió Albert Einstein al cónsul de Estados Unidos en Lisboa, en la que el físico alemán pedía el visado para Kahn, fue decisiva.[2] Intentó volver a Europa, pero siguió su carrera de éxitos en Estados Unidos. Publicó First Aid (Primeros Auxilios) y Man in Structure and Function (El Hombre en estructura y función), Publicó Das Atom' – endlich verständlich (El átomo, explicado al fin) Das Buch der Natur (El libro de la Naturaleza), y Design of the Universe (Diseño del Universo).[1] En 1956 regresó a Europa y se asentó en Suiza. Publicó una guía titulada Muss Liebe blind sein? (¿Debe ser ciego el amor?).[1] En 1960 sobrevivió a un terremoto en Agadir, Marruecos.[1] Vivió varios años en Dinamarca.[1] A los 79 años viajó a Ascona, Suiza para descansar.[1] Murió el 14 de enero de 1968 en una clínica de Locarno, Suiza.[1] ObraFritz Kahn explicó el funcionamiento de nuestro cuerpo mediante dibujos que imitaban la actividad de una fábrica. Comparaban la tecnología de las máquinas con la de la naturaleza. Sus metáforas y analogías fueron muy exitosas. Combinó lo artístico con lo científico. [2] Muchas litografías se creaban según sus instrucciones en el departamento de diseño de la editorial. También trabajó con especialistas freelance, un pequeño círculo de pintores científicos, diseñadores gráficos y arquitectos que transportaban las ideas de Kahn al papel.[2] El póster El hombre como un palacio industrial fue dibujado por el arquitecto Fritz Schüler.[2] Bibliografía
Referencias
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