Francisco Rousset de Jesús y Rosas
Francisco Rousset de Jesús y Rosas (29 de enero de 1749 La Habana, Cuba - 29 de diciembre de 1814 San Juan de Imala, Sinaloa), cuarto obispo de Sonora, Sinaloa y California. La "Historia del apostólico colegio de nuestra señora de Guadalupe de Zacatecas", contiene una breve reseña suya, como uno de sus prominentes miembros:
Sirvió en las misiones de la Sierra Tarahumara, ascendió a presidente de las mismas y fue preconizado obispo de Sonora por el papa Pío VI en consistorio de 15 de octubre de 1775. En abril del año siguiente ya estaba en funciones como "Obispo Electo" en el mineral del Rosario; dispuso que los párrocos y misioneros le rindieran un informe sobre el estado en que se encontraban sus respectivas jurisdicciones; el 14 de septiembre arribó a Arizpe, capital entonces de la gobernación y, en diciembre visitó la Parroquia de Álamos titulándose "Obispo Gobernador de esta Diócesis". Salió del Rosario el 15 de mayo de 1778 a verificar su consagración episcopal, dejando previamente nombrado gobernador de la mitra el licenciado Manuel M. Moreno, y logró su propósito en la iglesia parroquial de Zacatecas el 5 de agosto siguiente, por el obispo de Guadalajara, Don Juan Ruiz de Cabañas. En su Historia del apostólico colegio de nuestra señora de Guadalupe de Zacatecas, Francisco Sotomayor, reseña el acontecimiento:
A principios de 1799 estaba de regreso en Quilá y concluyó por establecer su sede en el Hospicio Episcopal de Culiacán. Desde entonces se fijó ahí definitivamente la residencia de los obispos, hasta 1883 en que se separaron Sonora y Sinaloa. Por pastoral de 8 de noviembre de 1804 ordenó a los párrocos que se encargaran de la propagación de la vacuna de la viruela en sus respectivas demarcaciones; posteriormente recomendó que mantuvieran en quietud a sus feligresías y en 1808 que colectaran donativos para la guerra en contra de las fuerzas napoleónicas que habían invadido España. Pugnó con el subdelegado real de Culiacán porque prohibió que en las procesiones el ayuntamiento precediera al cura párroco por ser contrario al derecho canónico; el subdelegado apeló a la Audiencia en Guadalajara y resolvió que el citado funcionario debería de ocupar el lugar siguiente al V. clero. Habiendo enfermado y quebrado a la vez la mano izquierda no podía atender los asuntos de su incumbencia, por cuyas causas nombró gobernador de la mitra al presbítero José Joaquín Calvo el 1 de agosto de 1810 y se retiró a San Juan de Imala. Allí falleció el 29 de diciembre de 1814 y su cadáver fue sepultado en la iglesia parroquial de Culiacán.[3] Franciscano en toda le extensión de la palabra, siguió siéndolo después de su ascensión al episcopado, pues vivió con la misma austeridad que en el claustro, y siempre mostró gran cariño por la Orden, y especialmente por su provincia. Para su consagración episcopal escogió el Colegio Apostólico de Guadalupe; al nombrar examinadores sinodales del obispado, designó a varios franciscanos distinguidos, y durante el tiempo de su pontificado residieron en Culiacán varios frailes menores, algunos por negocios de la Orden y otros porque impartían clases en la escuela de la localidad, o porque se encargaban de hacer la casa al prelado. Fray Francisco de Jesús María Rousset de la Rosa y Cardoso vivió y murió en apostólica pobreza. Es fama que su aceptación del obispado se debió a que Fray Francisco de Gamarra, que era su padre guardián, se la impuso como una obediencia. Su casa en Culiacán siempre estaba llena de niños a los que enseñaba los rudimentos del alfabeto y de la doctrina cristiana. En las tareas del ministerio no se diferenciaba de sus sacerdotes, pues se pasaba largas horas en el confesionario, y como si fuera el más humilde de ellos salía a oír las confesiones de los enfermos, a los que siempre ayudaba en alguna forma. Su caridad se derramaba entre las gentes más necesitadas, y a su muerte, los únicos bienes que se le encontraron, fueron: el breviario; libros necesarios para el estudio; dos pieles de cíbola; unas navajas de afeitar y una deuda de $90. El mejor elogio que de él se hizo, fue el siguiente “Siempre se conservó pobre, siempre humilde, siempre benigno, siempre religioso”.[4] Existe un óleo suyo en el colegio de Guadalupe en Zacatecas (colegio Apostólico), obra de Juan de Sáenz.[5] Aparece en un índice la existencia de una información de limpieza de sangre hecha por D. Juan Rousset a nombre y en representación de su hermano Francisco Rousset, obispo de la Sonora aprobada por Luis de la Casas, teniente General de los Reales Ejércitos, gobernador y capitán general de esta Ciudad e Isla con consulta del Sr. Su teniente y asesor general, José de Ilincheta, en 1796. Esta información figura como prueba en otra limpieza de sangre hecha por José Agustín Batista, sobrino de Francisco Rousset. La signatura de la limpieza de sangre de José Agustín Batista es la siguiente: "Limpieza de sangre de D. José Agustín Batista Quiñones y Hernández, Cabildos Ordinarios del 16 de mayo y 20 de junio de 1800. Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana. Trasuntadas. Años 1800-1801, Libro 58 (1 de enero de 1800-18 de diciembre de 1801), folios 48 vto.-49, 60 vto. y 65vto-70. Estos documentos podrían aportar información sobre sus orígenes. Referencias
Enlaces externosFrancisco Rousset de Jesús y Rosas: http://www.catholic-hierarchy.org/bishop/bdejesusy.html Texto digitalizado de la Universidad Autónoma de Nuevo León con referencias: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080027725/1080027725_04.pdf
Texto digitalizado de la Universidad Autónoma de Nuevo León: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080027725/1080027725.html
Texto digitalizado de la Universidad Autónoma de Nuevo León: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012176_C/1080012176_C.html
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