Felipe Solís Olguín
Felipe Solís Olguín (1944-2009) fue un historiador, antropólogo y arqueólogo mexicano que destacó tanto por su trabajo curatorial y académico, como de campo y por sus contribuciones a la conservación y divulgación de las civilizaciones mesoamericanas.[1] Cuando se inauguró el nuevo edificio del Museo Nacional de Antropología en 1974, Felipe Solís fue responsable de la planeación y museografía de la sala de la Cultura Mexica. Posteriormente, en 1998, sometió a un grupo de especialistas el proyecto de remodelación de esta sala, proyecto que fue aprobado por unanimidad y se inauguró en 1999. Por este trabajo, se hizo acreedor al premio Miguel Covarrubias en el año 2000. Empezó a trabajar como arqueólogo en el INAH en 1972. Participó en la Segunda Temporada de Campo en Yaxchilán, Chiapas (1975) y en la Primera Temporada de Prospección Arqueológica en los sitios de Toluquilla y Ranas, Querétaro (1976), pero sus trabajos más destacados fueron en la Ciudad de México. El Rescate Arqueológico del Acueducto de Chapultepec, en 1975, y del Templo Mayor, mientras trabajaba con Raúl Arana y Gerardo Cepeda del Departamento de Salvamento Arqueológico, fue el primero en identificar el monolito de la diosa Coyolxauqui el 28 de febrero de 1978, en la esquina de Guatemala y Seminario, en lo que fuera el Recinto Sagrado de Tenochtitlan. Además del notable trabajo de gabinete, fue docente en la UNAM y en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y fue director del Museo Nacional de Antropología de 2000 a 2009, año en que falleció a causa de la epidemia de influenza AH1N1. Acerca de su vocación, en alguna ocasión comentó:
Referencias
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