Equus santaeelenae

Equus santaeelenae
Rango temporal: Pleistoceno

Fósil de E. santaeelenae en el Museo de Historia Natural en Lima.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Perissodactyla
Familia: Equidae
Género: Equus
Subgénero: Amerhippus
Hoffstetter, 1950
Especie: E. santaeelenae
Spillmann, 1938
Sinonimia
  • Equus (Amerhippus) santaeelenae
  • Equus (Amerhippus) santae-elenae
  • Equus santae-elenae

Equus santaeelenae es un mamífero perisodáctilo extinto de la familia Equidae y del género Equus que vivió en el Pleistoceno de América del Sur. Su tamaño era inferior al caballo doméstico actual.

Distribución

Esta especie fue descrita para Ecuador, en la llanura costera de la península de Santa Elena. Estratigráficamente, pertenece a la «formación Pichilingue», datada en 26 000 años AP. También se la exhumó en llanuras costeras del norte del Perú, y en los llanos de Venezuela.

Ecuador
(en depósitos asfálticos del Pleistoceno superior)
  • La Carolina, en la península de Santa Elena.
  • Salinas Oil Fields, en la península de Santa Elena.
  • Sitio «El Cautivo», en la zona costera de la península de Santa Elena.
Venezuela
(en depósitos asfálticos del Pleistoceno superior)

Características

Este taxón posee una robusta mandíbula. Se diferencia de otras especies del subgénero Amerhippus por tener el canino posicionado más atrás.[2]​ En relación con su largo, los molares son proporcionalmente más anchos.

Específicamente de Equus andium, se separa por el mayor rizado en el esmalte de los dientes superiores; en los inferiores el rizo es más complejo. Con respecto al esqueleto postcraneal, en ambas especies es similar en morfología, pero es más pequeño y débil en Equus andium. El radio y los metápodos son acortados longitudinalmente de igual modo en ambas especies, pero en Equus andium son más angostos y livianos.[1]

Equus santaeelenae y Equus neogeus forman un grupo propio dentro del subgénero, ambos son caballos grandes. Estas dos especies se separan por detalles de la base del diente, pues esas dimensiones son más estables, no varían, como sí ocurre a nivel de la corona, a causa de los variados estados de desgaste. Especialmente se distinguen por las bases de los p3-4 inferiores, en los que en Equus neogeus son más cortos que en Equus santaeelenae.[1]​ Ambas presentan los metápodos laterales II y IV en una posición más posterior, y comparativamente más reducidos, lo que hace que sobresalgan muy poco del eje del metápodo.

Hábitos y causas de su extinción

E. santaeelenae habría tenido una dieta basada en hierbas estrictamente con metabolismo C4, como poáceas, lo que permite inferir un ambiente de llanuras o sabanas abiertas, sobre suelos arenosos.[3]

Seguramente habitaban en pequeños grupos, que pastarían siempre atentos al peligro que representaban los variados predadores carnívoros. Su dieta era herbívora.

Vivió hasta el final del Pleistoceno o el Holoceno temprano, por lo que convivió durante algunos milenios con las primeras oleadas humanas llegadas a América del Sur, es decir los primitivos amerindios. Estos, según los especialistas, ejercieron una presión cazadora que podría haber afectado su equilibrio poblacional, lo que podría ser una de las causas de su extinción.[4]

Taxonomía

Equus santaeelenae integra el género Equus, y dentro de él, el subgénero Amerhippus, el cual agrupa a las 5 paleoespecies de dicho género que vivieron en el Pleistoceno de América del Sur.[5]

Este taxón intermedio fue creado primeramente como género por el paleontólogo francés Robert Hoffstetter en el año 1950. Dos años después, en 1952, lo transfiere como subgénero de Equus.[6]

El biocrón de este subgénero cubre el lapso Ensenadense-Lujanense. Se distribuyó desde Colombia hasta la provincia de Buenos Aires, en el centro de la Argentina.

Véase también

Referencias

  1. a b c d Rincón, Ascanio D.; María Teresa Alberdi, & José Luis Prado (jul./sep. 2006). «Nuevo registro de Equus (Amerhippus) santaeelenae (Mammalia, Perissodactyla) del pozo de asfalto de Inciarte (Pleistoceno Superior), estado Zulia, Venezuela». Ameghiniana 43 (3). ISSN 1851-8044. 
  2. Jímenez Fuentes, Emiliano Jorge, & Civis Llovera (2003) Los vertebrados fósiles en la historia de la vida. Excavación, estudio y patrimonio. Universidad de Salamanca, 2003.
  3. MacFadden, B.J.; Cerling, T.E., Harris, J.M. y Prado, J. (1999). «Ancient latitudinal gradients of C3/C4 grasses interpreted from stable isotopes of new World Pleistocene horse (Equus) teeth». Global Ecology and Biogeography (en inglés) 8: 137-149. 
  4. Alberdi, María Teresa; Prado, José Luis (2004). «Caballos fósiles de América del Sur: Una historia de tres millones de años». INCUAPA, facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Olavarría, Argentina): 269. ISBN 950-658-145-2. 
  5. Alberdi, María Teresa; G. Leone y E. P. Tonni (1995). «Los équidos de América del Sur». Evolución biológica y climática de la región pampeana durante los últimos cinco millones de años. Monografía del Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC (España) (12): 293-308. 
  6. Alberdi, María Teresa; Prado, José Luis (1992). «El registro de Hippidion Owen, 1869 y Equus (Amerhippus) Hoffstetter, 1950 (Mammalia, Perissodactyla) en América del Sur». Ameghiniana (Rev. Asoc. Paleontol. Argent.) (Buenos Aires) 29 (3): 265-284. ISSN 0002-7014.