Epididimitis
Epididimitis es un término médico que se refiere a una inflamación del epidídimo, la estructura tubular detrás del testículo donde maduran los espermatozoides y que conecta el testículo con los conductos deferentes.[1] Es un trastorno que resulta doloroso en varios grados y se suele acompañar con un enrojecimiento e hinchazón del escroto. La epididimitis es una de las causas más frecuentes de escroto agudo aunque rara vez puede ser una enfermedad crónica. Si el diagnóstico no se logra con la historia médica del paciente y su examen físico, un ultrasonido Doppler puede confirmar el aumento del flujo sanguíneo característico de un epidídimo inflamado. EtiologíaLa causa más frecuente de epididimitis es infecciosa. En hombres que son sexualmente activos, el organismo más común es la Chlamydia trachomatis, aunque también se ve con frecuencia infecciones por E. coli y Neisseria gonorrhoeae. En niños, por lo general suele haber una previa infección, por lo general viral o una asociación a anormalidades del sistema urinario. Antes de la pubertad el E. coli es el agente más común, así como en la tercera edad. La epididimitis puede ser difícil de distinguir de una torsión testicular y a menudo suelen ser enfermedades concomitantes. También pueden aparecer epididimitis de causas no infecciosas, incluyendo posquirúrgicos como la vasectomía, actividad física extenuante, etc.[2][3] La epididimitis química suele ser consecuencia de fármacos como la amiodarona.[4] DiagnósticoLa epididimitis puede ser difícil de distinguir de la torsión testicular. A veces, ambas circunstancias pueden ocurrir simultáneamente. Varias pruebas son necesarias para distinguir una situación crónica de epididimitis de una serie de condiciones clínicas que pueden causar dolor constante a nivel de la bolsa escrotal. Estas enfermedades son: cáncer de testículo, la inflamación de los nervios y los músculos puede causar o contribuir a la epididimitis crónica. Como último recurso, puede utilizarse la cirugía exploratoria. TratamientoTanto en la forma aguda como en la crónica, los antibióticos se utilizan si se sospecha una infección. El tratamiento de elección a menudo es la azitromicina y la cefixima para cubrir tanto la gonorrea como la clamidia. Las fluoquinolonas ya no se recomiendan debido a la resistencia generalizada de las gonorreas. La doxiciclina puede usarse como una alternativa a la azitromicina. En la epididimitis crónica, se puede prescribir un curso de antibióticos de cuatro a seis semanas para asegurar la erradicación completa de cualquier posible causa bacteriana, especialmente las diversas clamidias. Para casos causados por organismos entéricos (como E. coli), se recomienda ofloxacina o levofloxacina. En los niños, es mejor evitar las fluoroquinolonas y la doxiciclina. Dado que las bacterias que causan infecciones del tracto urinario a menudo son la causa de la epididimitis en los niños. Es más adecuado en estos casos el uso de cotrimoxazol, o algún derivado de las penicilinas (como por ejemplo, cefalexina). Los remedios caseros como la elevación del escroto y las compresas frías aplicadas regularmente al escroto pueden aliviar el dolor en los casos agudos. Los analgésicos o medicamentos antiinflamatorios a menudo se usan para el tratamiento de formas tanto crónicas como agudas. La hospitalización está indicada para casos graves, y los controles pueden asegurar que la infección se haya curado. La extirpación quirúrgica del epidídimo rara vez es necesaria, causa esterilidad y solo alivia el dolor en aproximadamente el 50% de los casos. Sin embargo, en la epididimitis supurativa aguda (epididimitis aguda con una secreción de pus), puede ser recomendable la epididimotomía. En casos refractarios, puede requerirse una epididimectomía completa. En casos con dolor testicular incurable, la eliminación de todo el testículo o orquiectomía también puede estar justificada. En general, se cree que la mayoría de los casos de epididimitis crónica eventualmente se "eliminarán" en el sistema del paciente si no se trata, aunque esto puede llevar años o incluso décadas.[5] Sin embargo, algunos medicamentos relacionados con la curación de la próstata han demostrado ser efectivos en el tratamiento de la epididimitis crónica, incluyendo doxazosina.[6] ConsecuenciasEl proceso inflamatorio involucrado y la subsecuente reparación del epitelio, los túbulos y el estroma del epidídimo, son una causa de infertilidad humana por factor masculino. Referencias
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