El gobierno aprobó la ley para abolir la segunda vuelta de las elecciones presidenciales e intentó cambiar el sistema electoral legislativo de representación proporcional a mayoritaria, lo cual fue duramente criticada por la oposición.[1]
Las organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la Unión Europea expresaron su preocupación por la transparencia de las elecciones.
Resultados
Presidenciales
La Comisión Electoral Nacional Independiente declaró a Kabila ganador el 9 de diciembre. El resultado fue puesto en tela de juicio por el Centro Carter y el arzobispo de Kinshasa, el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, alegando demasiadas irregularidades para garantizar que los resultados reflejaran la voluntad de la gente.[2] MONUSCO, la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, también expresó preocupación por los resultados.[3]
Aunque Kabila admitió que se habían cometido algunos errores en el proceso, rechazó las preocupaciones sobre el resultado. El resultado fue confirmado por el Tribunal Supremo de la República Democrática del Congo.[4]
Jerome Kitoko, presidente de la Corte Suprema, proclamó a Kabila como el ganador de las elecciones presidenciales.[4]