El habla de Orihuela es un libro escrito por José Guillén García en 1974 y que muestra las particularidades fonéticas y léxicas de la subzona dialectal de la Vega Baja del Segura.
En el momento de la publicación del libro (año 1974), el autor ya vaticinaba la desaparición de los rasgos lingüísticos propios en ese momento de la zona.[2]
En la primera se relacionan los métodos de investigación, los sujetos de la encuesta, descripción de la zona, datos cronológicos de Orihuela y, para acabar, consideraciones generales sobre el habla de la comarca.
En la segunda parte se trata el significante: se delinea el marco general de la pronunciación y se subrayan los fenómenos morfológicos que difieren del castellano estándar. Se muestra, a lo largo de la obra, diversos ejemplos de seseo, el trueque de líquidas, terminaciones en -ao, yeísmo, pronunciación especial de la ch y aspiración de s final.
La tercera parte se centra en el signo. En ella se nos presentan una serie de estudios semánticos alrededor de puntos clave en la vida de la huerta: la barraca, la artesanía, el cáñamo... Por otra parte, aparecen recogidas voces dialectales con la pronunciación local en los contextos citados.
Un ejemplo de registro de lenguaje en El Habla de Orihuela:
«La mata ' paniso puede ser macho o hembra. En el primer caso tiene una especie de penacho que se llama copa*. En el segundo, unos filamentos: el pelo ' panocha*, que se emplea en cocimientos para remediar el mal d'orina. La panocha (nunca mazorca) está protegida por la perfolla*. Las matas de los machos se escopan* cuando s'ha secaoel pelo ' panocha* (o sea, cuando ya se ha efectuado la polinización y fecundación).»[n. 1]
En la cuarta y última parte el autor se centra en el significado. Cierra el libro un vocabulario del habla popular de la huerta y unas pequeñas colecciones de refranes, modismos y dichos populares.
Valoración de la obra
Hay que advertir que cualquier monografía dialectal es válida para el tiempo y el lugar donde se enmarca. Aun teniendo en cuenta la volatilidad de los resultados, es un registro histórico de un contexto lingüístico de cómo se habló y de cómo era la vida para la mayor parte de los habitantes de la zona.[4]
El filólogo murciano Francisco Javier Gómez Ortín reconoce a El Habla de Orihuela como «el más completo y clásico vocabulario» de la Vega Baja.[5]
Gregorio Canales y Alejandro Pomares en el epígrafe El valor productivo del palmeral en los libros científicos en su publicación sobre la palmera reconocen el valor de esta obra:[6]
«Como corolario de este colectivo conviene citar el estudio lingüístico sobre El Habla de Orihuela, realizado por José Guillén a finales de los años sesenta. En una época en la que todavía las señas de identidad de la huerta estaban vivas, sin embargo, ya se vislumbraba un proceso de mutación que amenazaba su desaparición, y su obra queda como "un testimonio para el futuro".»
↑Las palabras en negrita o bien no estaban recogidas en el DRAE o lo estaban con otro significado. Las palabras en cursiva solo difieren de las castellanas por una ley fonética de carácter general.
Guillén García, José (1974). El Habla de Orihuela. Alicante: Instituto de Estudios Alicantinos.
Potes Vargas, Daniel (24 de agosto de 2010). «LUNA NUEVA. Edición virtual.». En Omar Ortiz, ed. NTC ... Revistas de Poesía (36). Consultado el 23 de abril de 2020.