El campo de concentración de Mauthausen fue un campo de concentración y exterminio localizado en Austria, poco a poco fue ampliándose creando subcampos alrededor. Fue el campo de concentración que más españoles tuvo durante la Segunda Guerra Mundial, más de 7.000.[3] Aquí está ambienta la historia del protagonista de la película Francisco Boix (Mario Casas).
Argumento
Boix fue un fotógrafo que después de luchar en el Ejército Republicano durante la Guerra Civil española, huyó exiliado a Francia. Allí es capturado por los alemanes y llevado al campo de concentración de Mauthausen. Allí comenzó a trabajar como fotógrafo, su profesión se basaba en fotografiar a los que llegaban nuevos al campo de concentración. Boix utiliza su trabajo en el laboratorio fotográfico de la SS para esconder negativos que probasen e hiciesen visibles los crímenes y abusos que se produjeron en el campo cuando acabase la guerra.[4] Una de esas atrocidades fue el asesinato por parte de un grupo de nazis que asesinaron a unos niños judíos cuando intentaban huir, Boix lo vio todo y sacó fotografías a los cadáveres. Esa sería una de tantas ocasiones en las que es testigo de las atrocidades de los alemanes. Boix también realizó un gran número de fotografías en Mauthausen tras la liberación. Los negativos que lograron salvar Boix y sus compañeros fueron determinantes para condenar a altos cargos nazis en los juicios de Nuremberg a los que acudió Boix como testigo.[5]
El relato se mantiene en el terreno de lo novelesco. Los intérpretes, con Mario Casas a la cabeza, ponen su mejor empeño en dar credibilidad, física al menos, a unos personajes de escaso relieve.
2/5
El País
No es una superproducción, sus medios son bastante limitados, pero eso no es obstáculo para lograr una crónica digna, algo de lo que no me desentiendo de principio a fin, me provoca cierto desasosiego y ternura en algún momento.
NC
El Periódico
Resulta demasiado convencional y poco consistente, nada la singulariza, solo un Mario Casas que no necesita adelgazar para demostrar su talento.
NC
ABC
Targarona apuesta por una narración fluida, «fácil». Es una decisión válida («peliculear» la historia) pero que le impide profundizar en la auténtica tragedia y, en cierto modo, en la emoción.
2/5
Cinemanía
Directa y efectiva, lo que se cuenta en la pantalla es tan sumamente intenso que consigue emocionar al corazón más duro. Por fin una película de ficción sobre un gran héroe español.
3/5
Fotogramas
Pese a quedarse lejos de hitos como 'La lista de Schindler' contiene aciertos suficientes como para equipararse a otros emocionantes títulos menores ambientados en ese terrorífico escenario.
3/5
The New York Times
"Es el segundo largometraje de Targarona, pero parece el trabajo de una profesional veterana: vívido, envolvente y con frecuencia aterrador."