Edificio Gustavo Capanema
El Edificio Gustavo Capanema (también conocido por el nombre de Palacio Capanema, y por los antiguos nombres de Ministerio de educación y salud, Ministerio de Educación y cultura o MEC)[1] es un edificio ubicado en el barrio Centro de Río de Janeiro, Brasil. Es considerado como uno de los exponentes más significativos de la arquitectura del Movimiento Moderno en Sudamérica.[1] Fue construido entre 1936 y 1945, fue un diseño conjunto de los arquitectos Lúcio Costa, Oscar Niemeyer, Affonso Reidy, Carlos Leão, Ernâni Vasconcelos y Jorge Machado Moreira. Contó con la asesoría de Le Corbusier, quien se desplazó hasta el Brasil en varias ocasiones durante el proyecto.[2] Mide 60 m de altura, tiene 17 plantas y ocupa 21.536 m².[3] DesarrolloEn 1935 se convoca a un concurso para el diseño de la nueva sede del Ministerio de Educación y Salud. A éste se presentan varias de las figuras más destacadas de la arquitectura moderna brasileña, pero el concurso lo gana un proyecto decorado con motivos marajoaras realizado por Archimedes Memória y Francisque Cuchet.[1] Consciente de la necesidad de representar la modernidad y el desarrollismo estatal llevado a cabo por el gobierno brasileño,[4] el entonces ministro de educación Gustavo Capanema premia el proyecto pero decide no construirlo, y consigue que en su lugar se encargue el proyecto a un grupo de arquitectos modernos liderado por Lúcio Costa.[5] Éste solicitará la consultoría del renombrado arquitecto francés Le Corbusier, quien se desplazará un mes a Brasil para colaborar en el proyecto.[5] El diseño se termina en 1937, contando también con la colaboración de Roberto Burle Marx como paisajista.[4] Ese mismo año se inician las obras, que cuya dirección abandona en 1939 Lúcio Costa, siendo sustituido por Oscar Niemeyer.[5] El edificio se inaugura oficialmente en 1945, por Getúlio Vargas.[2] DiseñoDurante el proceso de diseño Le Corbusier solicitó en vano un terreno más amplio para la realización del proyecto.[5] Ante la negativa, y para liberar superficie a nivel de calle, se optó por una tipología de rascacielos. Este edificio fue, de hecho, el primer rascacielos construido según las ideas de Le Corbusier, pese a que ya había proyectado sin éxito numerosos rascacielos con anterioridad.[5] El edificio cumple con los puntos de la arquitectura corbuseriana: la elevación sobre pilotis para liberar el plano de la calle, la terraza jardín para "devolver" a la naturaleza el terreno usurpado, la ventana corrida para maximizar la relación con el entorno y manifestar la liberación de la fachada respecto de las funciones estructurales, e incluso el empleo del característico brise-soleil como protección frente al cálido clima tropical. El edificio se compone de dos volúmenes: uno vertical y uno horizontal. El volumen vertical y principal es un prisma rectangular elevado sobre pilotes, mientras el horizontal, que lo cruza por debajo, conforma una plaza que evoca los jardines de los patios coloniales.[4] El diseño se plantea como rascacielos aislado, en contraposición a la ocupación total de la parcela que caracterizaba el urbanismo carioca de la época, liberando así terreno público en una de las zonas más congestionadas de la ciudad.[2] La obra está decorada con numerosas esculturas y revestimientos de cerámica. A raíz de este edificio, ambos elementos ganarían en popularidad en la arquitectura brasileña posterior.[5] Entre las obras contenidas en el edificio destacan los azulejos de Candido Portinari, y las esculturas de Bruno Giorgi, Jacques Lipchitz y Celso Antônio Silveira.[2] Véase tambiénReferencias
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