Fue su primera participación en la fase final de una Copa Mundial de Fútbol, en la que formó parte del Grupo G, junto a Italia, Croacia y México.
Ecuador clasificó directamente a la Copa Mundial de Fútbol al obtener el segundo lugar del grupo eliminatorio tras empatar 1-1 contra Uruguay en Quito. Buena parte de su clasificación se debió al gran desempeño como local (6 triunfos, 2 empates y una derrota), sumándo además tres importantes victorias de visitante: 2-1 en Lima sobre Perú, 2-1 en Maracaibo sobre Venezuela y una goleada a Bolivia de 5-1 en La Paz. Al finalizar dicha fase obtuvo 31 puntos tras 9 partidos ganados, 4 empatados y 5 perdidos.
El combinado tricolor, que disputó todos sus encuentros en tierras niponas, debutó perdiendo frente a la selección azzurra, entonces tricampeona del mundo. La posterior derrota con el cuadro azteca limitaría enormemente sus aspiraciones de avanzar de fase, lo que no evitó que venciera por un tanto a la selección croata, tercera del mundo en el certamen pasado. De esta manera quedó eliminada en la fase de grupos, obteniendo el puesto 24.º de la clasificación general.