EcoaldeaUna ecoaldea es una comunidad intencional de pequeña escala que persigue la sostenibilidad social, ecológica y económica. Sus principios se basan en el respeto por la naturaleza, en el uso de energías renovables, la sustentabilidad, tanto alimenticia, como económica, el reciclaje y el uso de materiales de construcción ecológicos basados en la bioconstrucción.[1] DefiniciónRobert Gilman, uno de los principales promotores e impulsores de las ecoaldeas a nivel internacional, en 1991 define ecoaldea como:[cita requerida]
Otro hito acerca de la aparición del concepto fue con Kosha Joubert, director ejecutivo de la Red Global de Ecoaldeas, que definió más recientemente una ecoaldea como una «comunidad intencional, tradicional; rural o urbana que se diseña conscientemente a través de procesos participativos de propiedad local en las cuatro dimensiones de la sostenibilidad (social, cultural, ecológica y económica) para regenerar sus entornos sociales y naturales».[cita requerida] En resumen, un asentamiento a escala humana diseñado conscientemente a través de procesos participativos para asegurar la sostenibilidad a largo plazo; teniendo en cuenta de esta manera lo económico, lo social, lo ambiental o ecológico y una visión de la vida y el mundo distinta, alternativa.[2] Origen y evoluciónEn los años sesenta, grupos de carácter político, filosófico o espiritual crearon distintas comunidades intencionales con el objetivo de volver al campo y llevar una vida comunitaria, basada en la autogestión y cercana a la naturaleza. Estas comunidades surgieron motivadas principalmente por la crisis social, la degradación ambiental, la desigualdad económica, la seguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad. Desde entonces, estas pequeñas agrupaciones experimentaron un período de expansión por todo el mundo, que adquirió mayor calibre en los años noventa. Un crecimiento que además, fue acompañado del surgimiento del neorruralismo a finales de la década de 1980. En el año 1992, se celebró la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, donde se enfatizó la necesidad de impulsar las comunidades sostenibles que suponían un cambio hacia un estilo de vida realmente factible en términos ambientales. Sin embargo, no fue hasta el año 1994 cuando se extendió oficialmente el concepto de “ecoaldea” con un reconocimiento internacional. En este año se creó la Red Global de Ecoaldeas (GEN), que estableció las bases del movimiento y que actualmente conecta los miles de proyectos que hay repartidos por los cinco continentes. Al año siguiente (1995), se produjo en Findhorn, Escocia, la primera conferencia mundial sobre “ecoaldeas y comunidades sostenibles”, a la que acudieron cientos de personas en representación de 40 países. A raíz de esto, surgieron las tres principales conexiones a nivel mundial que repartían las funciones de la GEN: La Red de Ecoaldeas de las Américas, GEN-Europa y GEN-Asia/Oceanía. A nivel regional también surgieron ramificaciones de gran importancia, como la red Sardovaya en Sri Lanka con más de 2000 ecoaldeas, la Red Ibérica de Ecoaldeas en España, o la Red Latinoamericana de Ecoaldeas. Bases y principios de una ecoaldeaLa formación de ecoaldeas forma parte de un movimiento global que se basa en el desarrollo de propuestas para llevar a cabo una forma de vida sostenible, realizando una acción social transformadora. Una ecoaldea guarda una estrecha relación personal con la tierra, respetándola, cultivándola y cuidándola. De esta manera, estas comunidades se vinculan con perspectivas provenientes de la agroecología, la permacultura o la bioconstrucción. Dichas comunidades están formadas por un grupo de personas que aman la tierra y tienen consciencia de que dependen de ella para su subsistencia. En ocasiones se confunden las ecoaldeas con urbanizaciones ecológicas. Sin embargo, las primeras tienen un principio que las hace diferir de las anteriores: el éxito de estas radica en la unión de sus componentes o habitantes y el trabajo comunitario. Otro de los principios fundamentales de las ecoaldeas guarda relación con la crítica del consumismo, la alimentación industrializada, la dependencia energética y la exclusión social. También hay que mencionar como filosofía de algunas ecoaldeas la permacultura. Esta se basa en la relación con la naturaleza de una forma sostenible en la que predomina el respeto del ser humano por los animales y plantas. En general, las ecoaldeas se basan en los siguientes fundamentos:
Beneficios de las ecoaldeasSegún algunos expertos, las ecoaldeas presentan unos beneficios que influyen en el medio natural y en los ámbitos tanto económico como social:
Ecoaldeas en EspañaEspaña es un país que cuenta con un gran número de ecoaldeas. Sin embargo, el cómputo o la realización de un inventario de estas es bastante complejo, ya que no todos los asentamientos se consideran ecoaldeas. La Red Ibérica de Ecoaldeas (RIE) es la organización que relaciona las diferentes ecoaldeas de la península ibérica, sus proyectos y las asociaciones con objetivos afines. De acuerdo con sus estatutos, los principales objetivos que persigue son:[cita requerida]
Se consideran colaboradores de la RIE:
El funcionamiento de la RIE se realiza por medio de círculos operativos y grupos de trabajo. Cada uno de ellos ejecuta una función distinta y, gracias a la cooperación y coordinación del conjunto, se da lugar a un sistema apto. Desde el año 1998 esta Red además ofrece diferentes encuentros de verano que se realizan cada año, en cooperación con distintas ecoaldeas. Además, participa activamente en diferentes proyectos como son:
La localidad de Matavenero, ubicada en un valle en el municipio de Torre del Bierzo, provincia de León, es un claro ejemplo de la rehabilitación de pueblos abandonados. En este caso, estaba deshabitada desde los años 60, por problemas con el abastecimiento de agua y los duros inviernos. Además, este abandono se vio motivado por la política económica que tuvo lugar en esa época durante el franquismo, que condujo a un gran incremento del éxodo rural en España. El lugar fue repoblado en 1989 por una tribu hippie formada por personas de distintas nacionalidades pertenecientes al movimiento Rainbow Family. La comunidad transformó Matavenero en una aldea ecológica, muy reconocida internacionalmente.[cita requerida] Otro ejemplo del que debemos hablar es el de Fraguas. Se trata de un proyecto de reconstrucción de la antigua aldea, localizada en el municipio de Monasterio (Guadalajara). Presenta unos valores de autosuficiencia, autogestión y economía sostenible. Posiblemente su fama es debida a que el proyecto se vio involucrado en un proceso legal con la Junta de Castilla-La Mancha (propietaria de los terrenos), que no aprobaba la iniciativa. La junta consideró que la ocupación de Fraguas era ilegal debido a que se localizaba en un área declarada parque natural y porque vulneraba la normativa de montes y en materia urbanística. Los miembros del colectivo que realizaban la repoblación fueron sometidos a una condena de prisión en el año 2019, la cual fue recurrida al Tribunal Constitucional y que actualmente se encuentra pendiente de sentencia.[5] Ecoaldeas en el mundoLlevándolo a un contexto más globalizado, existe un gran número de ecoaldeas fuera de España. Múltiples de ellas han logrado hacerse conocidas por todo el mundo, algunos ejemplos son:
Véase también
Referencias
Enlaces externos
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