Dzibanché
Dzibanché es un extenso sitio arqueológico y antigua ciudad maya localizada al sur del estado de Quintana Roo en México, la cual destaca como un gran asentamiento de dimensiones monumentales y cuna de la dinastía maya Kaan (Kaan'ul o serpiente), linaje que llegó a dominar de manera hegemónica un amplio territorio de las tierras bajas mayas centrales durante gran parte del periodo Clásico mesoamericano.[1] El asentamiento poblacional inicial del sitio se remonta a finales del periodo preclásico entre el año 200 a. C. siendo una pequeña aldea agrícola en sus inicios. Cuatro siglos después inició su gran despliegue urbano, bélico y social que llegaría a su apogeo con el surgimiento en la ciudad de la dinastía Kaan'ul en el periodo clásico entre los años 300 al 600 d. C., época donde alcanzó un gran poder político regional consagrándose como la primera capital de esta dinastía y el reino Kaan, en Dzibanché surgió el glifo emblema Kaan, los registros jeroglíficos más antiguos de este linaje y sus primeros miembros. Posteriormente durante el siglo VI d. C. la dinastía y reino Kaan iniciaría una gran expansión territorial dominando y subordinando una serie de sitios menores mientras enfrentaba guerras contra otras potencias mayas, estos eventos se encuentran registrados en Dzibanché con diversos dinteles mostrando cautivos resaltando su captura por los Kaan'ul. Durante este lapso parte del linaje Kaan se dividió para establecerse en la ciudad de Calakmul, que posteriormente se convirtió en su capital y centro político principal.[2] Al periodo clásico corresponden la edificación de varios conjuntos arquitectónicos que integran la extensión total del sitio conformados por numerosas estructuras monumentales de carácter ceremonial como el Edificio 1 o Templo del Búho y la primera etapa constructiva del Edificio 11 o Templo de los Cormoranes, los cuales albergan las cámaras funerarias de algunos gobernantes Kaan, también se encuentra la gran acrópolis del conjunto Kinichná, todos estos unificados por vastos caminos de Sacbé. A partir del siglo XI d. C. la ciudad quedó abandonada. ToponimiaSu nombre que en maya significa “escritura sobre madera”, se le dio por el hallazgo de dinteles de madera con inscripciones calendáricas en la estructura conocida como Templo VI. UbicaciónDzibanché se localiza en el estado mexicano de Quintana Roo a aproximadamente 78 km al norte de la ciudad de Chetumal, otros sitios mayas cercanos son Pol Box y El Resbalón.[3] Historia del sitio arqueológicoEl estudio del sitio está lejos de concluir, pero puede decirse que de acuerdo a las investigaciones actuales el sitio seguramente habría sido fundado hacia 200 a. C., cuando se habrían edificado diversas plataformas y construcciones de material perecedero. Es a partir del clásico temprano (200 d. C.), que Dzibanché se convierte en una gran ciudad y se inicia el desarrollo de los enormes proyectos constructivos que hoy pueden verse. A esta época corresponden la acrópolis del conjunto Kinichná, el Edificio 1 o Templo del Búho y la primera etapa constructiva del Edificio 11 o Templo de los Cormoranes, por citar los más importantes. Durante el periodo clásico mesoamericano tardío (600-800 d. C.), termina la etapa de construcción de enormes templos - basamentos de función ceremonial, pero por el contrario se produce una enorme expansión del asentamiento urbano, a través de la edificación de una gran cantidad de edificios públicos, palacios y casas agrupados en torno a barrios que posiblemente tuvieron implicaciones económicas y productivas. La arquitectura agrícola, manifestada a través de numerosas obras de acondicionamiento y modificación del paisaje, el crecimiento urbano fue muy importante en el Dzibanché de aquel tiempo. Posterior al fin del periodo clásico mesoamericano terminal (ca. 1000 d. C.) parece haberse producido un periodo de ruptura y desintegración sociopolítica en la zona, que coincide con el abandono de otras ciudades mayas. Esto habría ocasionado el cese de las obras arquitectónicas en el sitio y su posterior abandono parcial. Después de 1200 d. C., la población, incorporada a un patrón disperso y ruralizado, establece sus casas en el espacio de las antiguas plazas y desmantela algunos edificios para aprovechar sus materiales constructivos. Para los siglos XV y XVI, los habitantes de Dzibanché acudían a los templos en ruinas solamente para depositar ofrendas y realizar ceremonias a los antepasados. Descripción del sitioEl recorrido por el conjunto Dzibanché se inicia con el Edificio VI o Templo de los Dinteles, un edificio relativamente aislado, cuya primera etapa constructiva conserva un basamento con cuerpos ornamentados con un diseño de talud y tablero similares a los construidos en Teotihuacán por esos tiempos. En la porción superior puede verse un templo bien conservado y correspondiente a la segunda etapa constructiva, en el que destaca un dintel de madera con la fecha 554 d. C. Plaza GannContinuando el recorrido se llega hasta la plaza Gann, nombrada así en recuerdo del primer visitante académico al sitio. Complementando la distribución de la plaza Gann se encuentran las estructuras 10, 11, 12 y 14, que corresponden a edificios residenciales construidos durante el clásico tardío y terminal (600 - 1000 d. C.), así como el Edificio XIII o Templo de los Cautivos. Templo de los CormoranesEn esta zona se conserva una serie de edificios de diversas funciones y temporalidad, entre los que destaca el Edificio II o Templo de los Cormoranes, que es un gran basamento de planta cuadrangular sobre el que se encuentra un templo de excepcional altura y estrechez con crestería. En este templo se encontró la tumba de un importante gobernante denominada como Tumba del Señor de Dzibanché, conformada por una majestuosa ofrenda funeraria que incluía vasijas de cerámica y una máscara de jade.[4] Caminando hacia el extremo noreste de la plaza Gann puede accederse a la plaza Xibalbá, que funcionó como el centro principal de la ciudad desde tiempos muy tempranos. KinichnáEl segundo conjunto que puede ser visitado es el de Kinichná, nombrado así por Thomas Gann a partir de un elemento en estuco con la representación del glifo Kin (sol o día), que se conserva en la parte posterior de la acrópolis. La acrópolis de Kinichná se complementa con una serie de edificios bajos alrededor de una plaza, que posiblemente funcionaron como plataformas para templos menores, o bien como edificios de función habitacional. GaleríaReferencias
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