Diócesis de Nikópol
La diócesis de Nikópol o de Nicópolis (en latín: Dioecesis Nicopolitana y en búlgaro: Никополска епархия) es una circunscripción eclesiástica de rito latino de la Iglesia católica en Bulgaria, inmediatamente sujeta a la Santa Sede. Desde el 20 de enero de 2021 su obispo es Strahil Veselinov Kavalenov. Territorio y organizaciónLa diócesis extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en las siguientes provincias de Bulgaria: Vidin, Montana, Vratsa, Pleven, Lovech, Gabrovo, Veliko Tarnovo, Targóvishte, Ruse, Razgrad, Silistra, Dobrich, Shumen y Varna. La sede de la diócesis se encuentra en la ciudad de Ruse, en donde se halla la Catedral de San Pablo de la Cruz. En 2019 el territorio estaba dividido en 21 parroquias. HistoriaNicópolis del Yantra, identificable con Stari-Nicup (pueblo a 20 km al norte de Veliko Tarnovo) fue fundada por el emperador Trajano en el siglo II en la provincia romana de Mesia Segunda. La ciudad fue sede episcopal al menos desde principios del siglo V y era sufragánea del metropolitanato de Marcianópolis. Fue destruida por las invasiones bárbaras en 590 y nunca reconstruida. En 629 el emperador Heraclio I fundó la nueva Nicopoli ad Istrum a orillas del río Danubio, la actual Nikópol.[1] El área perteneció a la jurisdicción de la Santa Sede de Roma hasta 733, cuando fue anexada al patriarcado de Constantinopla. En el siglo IX Nikópol fue incorporada al Primer Imperio búlgaro y en 1395 pasó al Imperio otomano. El 25 de septiembre de 1396 se produjo allí la Batalla de Nicópolis, en la que los otomanos derrotaron a un ejército cruzado formado por húngaros, válacos y franceses. Los misioneros franciscanos de la provincia de la orden de Bosnia llegaron a Bulgaria a principios del siglo XVII. En 1624 formaron una provincia independiente, con el nombre de custodia Bulgariae. La diócesis fue erigida en 1648 por el papa Inocencio X como sufragánea de la arquidiócesis de Sofía (hoy diócesis de Sofía y Filipópolis), que sólo unos años antes había sido elevada a sede metropolitana. Desde el mismo año los obispos de Nikópol fueron nombrados administradores apostólicos del vicariato apostólico de Valaquia hasta el 27 de abril de 1883, cuando se erigió la arquidiócesis de Bucarest. En esos momentos se producía la conversión de los paulicianos de Bulgaria al catolicismo de rito latino. A consecuencia de la captura de Belgrado por el Imperio austríaco, en 1688 se produjo el Levantamiento de Chiprovtsi contra los otomanos, liderado por los católicos latinos. Chiprovtsi fue completamente destruida por las fuerzas otomanas y el levantamiento finalizó con la emigración principalmente hacia Valaquia y las áreas dominadas por los cristianos del oeste y el norte de Bulgaria y el Banato. Los otomanos destruyeron la mayoría de las estaciones misioneras católicas y mataron a muchos fieles del rito latino. Incluso el obispo de Nikópol, Anton Stefanov, tuvo que huir y abandonar Bulgaria, como la mayoría de los franciscanos. Después del levantamiento hasta finales del siglo XVII, solo había dos clérigos en la diócesis de Nikópol. En las décadas siguientes la sede quedó vacante y la obra de evangelización también sufrió un severo paro. En 1717 la diócesis contaba con unos 800 católicos y el obispo residía en el pueblo de Bélene, uno de los poquísimos pueblos habitados casi en su totalidad por católicos de la rito latino. Debido a la persecución de los otomanos en 1737, el obispo Nikola Stanislavič, que residía en Craiova en ese momento, se mudó con 300 familias de su diócesis al Banato, en donde en 1739 fue nombrado obispo con sede en Timisoara. En 1752 la diócesis no tenía iglesias y los aproximadamente 300 fieles católicos fueron confiados al cuidado de tres misioneros de Ragusa. La residencia de los obispos de Nikópol estaba en la ciudad de Bucarest, en donde permaneció hasta 1883. En 1753 llegaron los Misioneros de San Juan Bautista, que también tuvieron que abandonar la misión diez años después. En 1758, cuando la arquidiócesis de Sofía fue reducida a un vicariato apostólico, la diócesis de Nikópol quedó inmediatamente sujeta a la Santa Sede. Hacia finales del siglo XVIII son los pasionistas quienes llegaron a la diócesis, pero sólo a partir de 1805, con el nombramiento de Francesco Maria Ferreri como obispo, pudieron trabajar en las misiones con efectos duraderos. Durante la guerra ruso-turca (1806-1812) el obispo Ferreri se vio obligado en 1809 a trasladarse con gran parte de los fieles a Valaquia, buscando la salvación debido al descontrol y pillaje del ejército ruso. En el siglo XIX el Gobierno otomano permitió la construcción de nuevas iglesias, que aún en 1848 eran sólo tres. En 1878 fue establecido el Principado autónomo de Bulgaria luego de la guerra ruso-turca (1877-1878), siendo Nikópol ocupada por las tropas del Imperio ruso en 1877. El 5 de octubre de 1908 el Reino de Bulgaria se independizó de los otomanos, por lo que los católicos de Bulgaria volvieron a quedar dentro de un Estado cristiano finalizando la dominación musulmana. En 1946 fue establecida la República Popular de Bulgaria y se produjo la expropiación de propiedades católicas por el gobierno comunista, el impedimento de la comunicación de los católicos búlgaros con la Santa Sede y los juicios contra los sacerdotes católicos. El 11 de noviembre de 1952 el obispo Eugenio Bossilkov fue asesinado a tiros por las autoridades comunistas acusado de participar en una "organización católica de espionaje en Bulgaria" durante los llamados juicios católicos. La diócesis quedó vacante hasta 1975. El 15 de marzo de 1998, el obispo Eugenio Bossilkov, mártir durante el comunismo, fue beatificado por el papa Juan Pablo II.[2] Episcopologio
EstadísticasDe acuerdo al Anuario Pontificio 2020 la diócesis tenía a fines de 2019 un total de 25 000 fieles bautizados.
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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