Diurético tiazídicoLas tiazidas o diuréticos tiazídicos son una clase de fármacos que actúan sobre el cotransportador de sodio-cloruro en el túbulo contorneado distal renal, impidiendo la reabsorción de sodio y cloruro. Reciben este nombre debido a que los primeros diuréticos utilizados que presentaban este mecanismo de acción pertenecían a la familia de las tiazidas; más concretamente, eran derivados de la benzotiadiazina.[1][2] Los diuréticos tiazídicos y los diuréticos tipo tiazida reducen el riesgo de muerte, ictus, infarto de miocardio, y fallo cardíaco debido a hipertensión.[3] Esta clase de compuestos fue descubierta y desarrollada por Merck and Co. en la década de los años 1950, y el primer medicamento de esta clase en ser aprobado, la clorotiazida, fue comercializado bajo el nombre comercial Diuril a partir del año 1958.[4] En la mayoría de los países, las tiazidas son los medicamentos antihipertensivos más baratos disponibles.[5] Aplicaciones médicasHipertensiónEn cuanto a la eficacia en el tratamiento de la hipertensión, una revisión sistemática hecha por la Colaboración Cochrane encontró que:[6]
Varias guías clínicas recomiendan el uso de tiazidas. Son el tratamiento de primera línea recomendado en las guías de la JNC VII de Estados Unidos[8] para el tratamiento de la hipertensión, y también son el tratamiento recomendado por las guías europeas ESC/ESH.[9] Sin embargo, en las guías del año 2011 del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (UK National Institute for Health and Clinical Excellence) (NICE) para el manejo de la hipertensión primaria en adultos (CG127)[10] se recomiendan bloqueadores de los canales de calcio (BCC) como agentes de primera línea para el tratamiento de la hipertensión, y advierten que los diuréticos tipo tiázida deben usarse únicamente si los BCC de primera línea no se encuentran disponibles, o si el paciente presenta edema o tiene un alto riesgo de desarrollar un fallo cardíaco. Las tiazidas han sido también reemplazadas en parte por los inhibidores de la ECA en Australia debido a su propensión a aumentar los riesgos de diabetes mellitus tipo 2.[11] El mecanismo de acción de las tiazidas involucrado en el descenso de la presión sanguínea a largo plazo aún no se comprende por completo. Cuando se administran en forma aguda, las tiazidas disminuyen la presión sanguínea causando una diuresis forzada, una caída en el volumen de plasma y una reducción en el gasto cardíaco. Sin embargo, con el uso crónico, las tiazidas causan una reducción en la presión sanguínea disminuyendo la resistencia periférica (aumentando la vasodilatación). El mecanismo de este efecto es incierto, pero podría involucrar efectos sistémicos o de autorregulación renal, o incluso de vasodilatación directa por medio de la inhibición de la anhidrasa carbónica[12] o desensibilizando al músculo liso de la vasculatura ante los aumentos de calcio intracelular inducidos por la norepinefrina.[13] OtrosLas tiazidas también disminuyen la excreción renal de calcio, lo que las convierte en un aliado útil para prevenir la formación de cálculos renales. Este efecto se asocia a un balance de calcio positivo, con un aumento en la densidad mineral del hueso y una reducción en los índices de fracturas atribuibles a la osteoporosis.[14] Por un mecanismo que por el momento no se comprende, las tiazidas estimulan directamente la diferenciación de los osteoblastos y la formación de mineral óseo, lo que hace más lento el desarrollo de osteoporosis a largo plazo.[15] Debido a que promueven la retención de calcio, las tiazidas se utilizan en el tratamiento de:
Mecanismos de acciónLos miembros de esta clase de diuréticos se derivan de la benzotiadiazina. Controlan la hipertensión en parte inhibiendo la reabsorción de sodio (Na+ Los diuréticos tiazídicos además aumentan la reabsorción renal de calcio en la porción inicial del túbulo contorneado distal. Al disminuir las concentraciones de sodio en el interior de las células epiteliales, las tiazidas aumentan la actividad del intercambiador sodio-calcio en la membrana basolateral, lo que causa un mayor transporte de Ca2+ Además se cree que las tiazidas aumentan la reabsorción de Ca2+ DenominaciónEl término tiazida se utiliza con frecuencia para designar tanto al tipo de moléculas como a la medicación, por lo que muchas veces puede conducir a la confusión. Algunas moléculas (los diuréticos tipo tiazida) a menudo se consideran tiazidas por su mecanismo de acción, aunque no son tiazidas desde el punto de vista químico. En este contexto, tiazida se utiliza para referirse a una sustancia que actúa sobre el receptor de tiazidas,[19] el cual se cree que es un simportador de cloruro de sodio. Leche maternaLas tiazidas pasan hacia la leche materna, y pueden disminuir la producción de leche.[20] Las tiazidas son clasificadas por la American Academy of Pediatrics Committee on Drugs como 'Drogas que se han asociado con efectos significativos en algunos lactantes, y deberían ser administradas a las madres en lactancia con precaución'.[21] ContraindicacionesEntre las contraindicaciones se incluyen:
Las tiazidas reducen la eliminación (depuración) de ácido úrico, ya que compiten por el mismo transportador, y por consiguiente aumentan los niveles de ácido úrico en el plasma. Por esto deben prescribirse con precaución a aquellos pacientes con gota o hiperuricemia.[22][23] La administración crónica se encuentra asociada con hiperglucemia. Las tiazidas pueden causar la pérdida de potasio, mientras que conservan los niveles de calcio. Las tiazidas pueden disminuir la perfusión placentaria causando efectos adversos en el feto, por lo que deben evitarse durante el embarazo.[23][24] Mecanismo de la hipokalemiaExisten varios mecanismos por los cuales los diuréticos tiazídicos causan hipokalemia (es decir disminuciones en los niveles de potasio plasmático):
Complicaciones
HistoriaLos diuréticos tiazídicos fueron descubiertos y desarrollados por los científicos Karl H. Beyer, James M. Sprague, John E. Baer y Frederick C. Novello, de Merck and Co., en los años 1950,[4] y llevaron al mercado a la primera sustancia de esta clase, la clorotiazida, con el nombre comercial Diuril, en 1958.[25] La investigación que condujo al descubrimiento de la clortiazida y también a "salvar a una cantidad indeterminada de miles de vidas, y al alivio del sufrimiento de millones de víctimas de la hipertensión" fue reconocida por un Premio Especial a la Salud Pública por la Fundación Lasker, en 1975.[26] Resumen
En la hipertensión arterial las tiazidas han demostrado reducir los puntos terminales duros, (principalmente accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardiaca) sin embargo no modifican sustancialmente la principal causa de muerte entre los hipertensos que es la cardiopatía isquémica, probablemente esto se asocie con mayor riesgo de hipopotasemia, hipomagnesemia, hipercolesterolemia y resistencia a la insulina. Indicaciones: En la insuficiencia cardiaca crónica solos o asociados con otras drogas, las tiazidas son eficaces para el control de la sobrecarga hídrica. Se asocian con la furosemida para el tratamiento de edemas refractarios, y con espironolacona, IECA, y amiloride para la prevención de la hipopotasemia. Frecuentemente las tiazidas se asocian comercialmente con amiloride. Esta droga bloquea el intercambio Na/K en el tubo contorneado distal, son diuréticos pobres, pero tienen la facultad de ahorrar potasio, en consecuencia la asociación entre estas drogas potencia el efecto diurético del amiloride y reduce la hipopotasemia secundaria a las tiazidas. Farmacodinamia: Las tiazidas se absorben con rapidez en el tubo digestivo para comenzar actuar en la primera hora de administrada, su efecto diurético es más prolongado que la furosemida y a excepción de la indapamida y la metolazona, tienen una capacidad muy reducida para actuar en la insuficiencia renal (creatinina serica > 2 mg/dl o filtrado glomerular < de 15 a 20 ml/minuto). En el tubo contornado proximal se secretan por la bomba de uratos, y deben alcanzar la luz tubular distal para actuar. Los antiinflamatorios no esteroideos como la indometacina pueden embotar la respuesta diurética ya que compiten por el mismo sitio de excreción. Efectos adversos: Los efectos adversos se relacionan con su capacidad para perder electrolitos como el K+y Mg aumentando el riesgo de arritmias, muerte súbita e intoxicación digitalica. Es necesario suplementar la dieta con estos cationes y monitorear los niveles de potasio en suero frecuentemente. Referencias
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