En medicina se llama distrofia ungueal u onicodistrofia a cualquier alteración morfológica o estructural de una o varias uñas. Las causas principales son: infecciones por hongos (onicomicosis), psoriasis ungueal y traumatismos agudos o crónicos sobre los extremos de los dedos, estos últimos muy frecuentes en determinadas especialidades deportivas como marchadores, tenistas o corredores de fondo. Las onicodistrofias afectan a gran parte de la población y pueden disminuir la calidad de vida del paciente. Los factores predisponentes son la utilización de calzado inadecuado, por ejemplo tacón alto y punta fina que comprime el antepié, determinadas enfermedades del pie como pie cavo, hallux rigidus y artrosis, autolesiones como en la onicofagia y la onicotilomanía o daños secundarios a extracción repetida de uñas mediante cirugía.[1][2][3] No se considera distrofia ungueal la alteración del color de las uñas sin otros cambios como en la melanoniquia.
Formas específicas
Onicomicosis. Infección crónica y progresiva de las uñas producida por diferentes especies de hongos.
Psoriasis ungeal. Las uñas presentan diferentes alteraciones, entre ellas surcos irregulares, pequeñas depresiones, áreas localizadas de decoloración, separación de la lámina del lecho ungeal (onicolisis) y engrosamiento con descamación de la lámina.
Onicogrifosis. Aumento exagerado del grosor de las uñas, sobre todo en el dedo gordo (hallux) de los ancianos.
Distrofia de las 20 uñas, también llamada traquioniquia. Recibe su nombre porque afecta a todas o la mayor parte de las uñas de manos y pies que adoptan un aspecto deslustrado, sin brillo, presentan estriaciones y pierden su curvatura normal. Es de causa desconocida, pero se asocia en ocasiones a otras enfermedades, entre ellas dermatitis atópica, alopecia areata y liquen plano.[4]
Síndrome de sórdera-onicodistrofia. Es un grupo de enfermedades raras de origen genético que se caracterizan por sordera neurosensorial, discapacidad intelectual y alteraciones en el desarrollo de las uñas (onicodistrofia). En ocasiones los dedos y uñas de manos y pies están poco desarrollados o ausentes.[5]
Referencias
↑Distrofías ungeales. Etiología y novedades terapéuticas. Autores: Helena Collgros Totosaus, Manuel Sánchez-Regaña. Revista española de podología, 2011; XXII (3) : 116 – 121. Consultado el 5 de septiembre de 2019.
↑Onychodystrophy and its management. Autores: Tilmann Oppel y Hans Christian Korting. Ger Med Sci. 2003; 1. PMID: 19675700. Consultado el 5 de septiembre de 2019.