Dieta elemental

Una dieta elemental es una dieta que propone la ingestión, o en casos más severos, el uso de una sonda de alimentación gástrica o alimentación intravenosa, de nutrientes líquidos en una forma fácilmente asimilable. Generalmente está compuesto de aminoácidos, grasas, azúcares, vitaminas y minerales. Sin embargo, esta dieta carece de proteína total o parcial debido a su capacidad de causar una reacción alérgica potencial en algunas personas.

Eficacia

No hay pruebas convincentes de que las dietas elementales sean efectivas en el tratamiento de la pouchitis crónica.[1]

Existe alguna evidencia de que una dieta elemental puede ser útil para inducir la remisión en personas con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado . La dieta elemental se prescribe con mayor frecuencia a pacientes que no pueden tolerar los antibióticos o que no han respondido al tratamiento con antibióticos, ya que la dieta es restrictiva y puede ser desagradable o costosa.[2][3]

Descripción

La dieta elemental consiste en una mezcla de aminoácidos esenciales con aminoácidos no esenciales, grasas y azúcares. A menudo se agregan vitaminas solubles en agua, vitaminas liposolubles y electrolitos.[4]​ La dieta elemental a veces se introduce durante un período de tres días a los pacientes, aumentando sucesivamente su fuerza cada día para reducir la probabilidad de diarrea y cólico abdominal.[5][6]​ Se puede administrar por vía oral o por sonda nasogástrica si los pacientes no toleran el líquido.  

Efectos adversos

Muchos pacientes no pueden tolerar el sabor, incluso si la dieta tiene sabor, y eligen recibirlo por vía intragástrica.[4]​ Posibles náuseas y diarrea pueden resultar del alto contenido de azúcar que también puede complicar la hiperglucemia en pacientes con diabetes preexistente. Como resultado de la supresión de bacterias saludables, a través de una pérdida de fuente de alimento bacteriano, el uso prolongado de una dieta elemental eleva el riesgo de desarrollar infección/colonización por clostridium difficile.[7][8]

Véase también

Referencias

  1. Segal, J. P.; Ding, N. S.; Worley, G.; Mclaughlin, S.; Preston, S.; Faiz, O. D.; Clark, S. K.; Hart, A. L. (2017-03). «Systematic review with meta-analysis: the management of chronic refractory pouchitis with an evidence-based treatment algorithm». Alimentary Pharmacology & Therapeutics (en inglés) 45 (5): 581-592. doi:10.1111/apt.13905. 
  2. Krajicek, Edward J.; Hansel, Stephanie L. (2016-12). «Small Intestinal Bacterial Overgrowth». Mayo Clinic Proceedings (en inglés) 91 (12): 1828-1833. doi:10.1016/j.mayocp.2016.07.025. 
  3. Rezaie, Ali; Pimentel, Mark; Rao, Satish S. (2016-02). «How to Test and Treat Small Intestinal Bacterial Overgrowth: an Evidence-Based Approach». Current Gastroenterology Reports (en inglés) 18 (2): 8. ISSN 1522-8037. doi:10.1007/s11894-015-0482-9. 
  4. a b Russel, R I (1975). «Elemental diets». Gut 16 (1): 68-79. PMC 1410941. PMID 806492. doi:10.1136/gut.16.1.68. 
  5. O'Morain, C; Segal, A W; Levi, A J (1984). «Elemental diet as primary treatment of acute Crohn's disease: A controlled trial». BMJ 288 (6434): 1859-62. PMC 1441790. PMID 6428577. doi:10.1136/bmj.288.6434.1859. 
  6. O'Morain, C (2007). «Elemental diets in the treatment of Crohn's disease». Proceedings of the Nutrition Society 38 (3): 403-8. PMID 531031. doi:10.1079/PNS19790064. 
  7. O'Keefe, Stephen JD (2010). «Tube feeding, the microbiota, and Clostridium difficile infection». World Journal of Gastroenterology (en inglés) 16 (2): 139. ISSN 1007-9327. PMC 2806551. PMID 20066732. doi:10.3748/wjg.v16.i2.139. 
  8. «Tube feeding, the microbiota, and Clostridium difficile infection». World J. Gastroenterol. 16 (2): 139-42. January 2010. PMC 2806551. PMID 20066732. doi:10.3748/wjg.v16.i2.139.