DiacitrónEl Acitrón (denominado también diacitrón) es un dulce español muy popular en los siglos XV y XVI elaborado a base de cidra (Citrus medica L.) confitada.[1] La corteza de la cidra confitada se parte en tajadas (rodajas); de ella como dulce se tiene noticia en la literatura por ser lo que desayuna Calisto en la obra La Celestina.[2] Es similar al calabazate, y como este se confitaba como medio de conserva en las despensas españolas del siglo XV y XVI. Su elaboración está íntimamente unida al cultivo de la cidra y de la caña de azúcar.[3] De la popularidad de este dulce en la Casa Real pueden encontrarse anotaciones de Francisco Martínez Motiño.[4] Referencias
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