La diócesis tiene 2848 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en parte del distrito de Viseu y en menor medida en el distrito de Guarda (los municipios de Vila Nova de Foz Côa y de Meda). Es actualmente la única diócesis en Portugal cuya sede es una ciudad que no es capital de distrito.
La sede de la diócesis se encuentra en la ciudad de Lamego, en donde se halla la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y el santuario barroco de Nossa Senhora dos Remédios, uno de los más escenográficos de Portugal y en donde se celebra cada 8 de septiembre la fiesta en homenaje de Nossa Senhora dos Remédios, una de las más importantes romerías de Portugal.
La historiografía moderna considera como un hecho adquirido la erección de la diócesis de Lamego, con el territorio obtenido de la de Viseu, por Martín de Braga, como parte de la reorganización de la Iglesia en el Reino suevo en la segunda mitad del siglo VI.[1] El primer obispo documentado es Sardinarius, que participó en el segundo Concilio de Braga en 572. En el concilio anterior de 561 no estuvo presente ningún obispo de Lamacensis, señal de que la diócesis fue erigida en el período entre los dos concilios, probablemente hacia 569/570.
En las actas del concilio de 572, Sardinario figura entre los obispos sufragáneos del arzobispo de Braga, Martín. Sólo en 666 está documentada la pertenencia de Lamego a la provincia eclesiástica de la arquidiócesis de Augusta Emérita (hoy archidiócesis de Mérida-Badajoz).
A raíz de la conquista árabe en 714, la diócesis probablemente fue suprimida y no se conocen más obispos durante dos siglos. Sólo a finales del siglo IX se reanudó la sucesión episcopal, con alguna discontinuidad; sin embargo en este período la mayoría de los obispos residían en Galicia, conservando sólo el título de la diócesis de Lamacensis. La serie episcopal se interrumpió de nuevo a finales del siglo X, tras el obispo Tiago, debido a un recrudecimiento de la ofensiva árabe en la región.
A raíz de la reconquista cristiana del territorio y de la liberación de Lamego (en 1057), hubo tentativas de restauración de la antigua diócesis. Se menciona al obispo Pedro de Lamego en 1071, pero su episcopado probablemente fue efímero y sin actos significativos, y no se conocen otros obispos hasta el siglo siguiente.[2]
El 24 de marzo de 1101, con la bulaApostolicae sedis,[3] el papaPascual II confió las dos diócesis de Lamego y Viseu al cuidado pastoral del obispo de Coímbra; las dos sedes estaban gobernadas en ese período por un archidiácono o prior, bajo mandato del obispo de Coímbra. El 18 de junio de 1116 el papa Pascual II con la bula Fratrum nostrarum transfirió la administración de la diócesis de Lamego a los obispos de la diócesis de Oporto.[4] La diócesis de Lamego fue definitivamente restaurada por un acto del rey Alfonso I de Portugal en 1147 y la hizo sufragánea de la arquidiócesis de Braga.
En 1257 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la archidiócesis de Santiago de Compostela, pero el 4 de julio de 1403 pasó a la provincia eclesiástica de Lisboa. El mismo día, incorporó el territorio de Riba-Côa (una parte de la región de Beira Alta) desde el río Duero hasta Sabugal para un total de 60 parroquias; este territorio fue cedido en para la erección de la diócesis de Pinhel (hoy suprimida) el 10 de julio de 1770 mediante el breveApostolicae Sedi del papa Clemente XIV.[5]
El obispo Manuel de Noronha (1551-1564) estableció un estudio de teología y el colegio San Nicolás para la formación del clero. El actual seminario fue erigido recién en 1821 por el obispo João António Binet Pincio.[6]
El 30 de septiembre de 1881, en virtud de la bula Gravissimum Christi del papa León XIII, fue de nuevo anexada a la provincia eclesiástica de la arquidiócesis de Braga. La diócesis tenía entonces 284 parroquias con 265 009 fieles.[8][9]
El 20 de abril de 1922 cedió una parte de su territorio para la erección de la diócesis de Vila Real mediante la bula Apostolicae Praedecessorum Nostrorum del papa Pío XI.[10]
↑La cronología de los obispos de los siglos IX y X sigue de cerca esa propuesta del Dicionário de história religiosa de Portugal (vol. II, p. 132). En la obra Espaço, Poder e Memória: A Catedral de Lamego, sécs. XII a XX (p. 19) es propuesta una cronología alternativa.