Diócesis de Líbano-Honda
La diócesis de Líbano-Honda (en latín: Dioecesis Libana-Hondana) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Colombia. Se trata de una diócesis latina, sufragánea de la arquidiócesis de Ibagué. Desde el 17 de octubre de 2015 su obispo es José Luis Henao Cadavid. Territorio y organizaciónLa diócesis tiene 3477 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en 13 municipios del departamento de Tolima: Fresno, Mariquita, Palocabildo, Casabianca, Herveo, Villahermosa, Líbano, Murillo, Lérida, Armero, Ambalema, Honda; así como algunos de sus respectivos corregimientos.[2] Su territorio limita al norte con la diócesis de La Dorada-Guaduas, al oeste con la arquidiócesis de Manizales, al sur con la Arquidiócesis de Ibagué y al este con la diócesis de Girardot y la diócesis de La Dorada-Guaduas.[2] La sede de la diócesis se encuentra en la ciudad de Líbano, en donde se halla la Catedral de Nuestra Señora del Carmen. En Honda se halla la Concatedral de Nuestra Señora del Rosario. En 2021 en la diócesis existían 30 parroquias. HistoriaLa diócesis fue erigida el 8 de julio de 1989 mediante la bula Ita iam hosce del papa Juan Pablo II, obteniendo el territorio de la arquidiócesis de Ibagué.[3] Se nombró como primer obispo a José Luis Serna Alzate, quien tomó posesión el 7 de octubre de 1989. Gobernó hasta 12 de julio de 2002 cuando se le aceptó la renuncia por enfermedad, y se nombró como administrador apostólico a Oscar Aníbal Salazar Gómez, quien administró hasta el 25 de marzo de 2003. Entonces asumió como segundo obispo Rafael Arcadio Bernal Supelano, quien antes de un año también renunció por enfermedad, el 19 de marzo de 2004. Se hizo cargo como administrador apostólico Flavio Calle Zapata, arzobispo de Ibagué. El 12 de febrero de 2005 asumió como tercer obispo de la diócesis José Miguel Gómez Rodríguez. El 6 de octubre de 2015 la Corte Suprema de Justicia de Colombia, en una sentencia calificada de «histórica», condenó civilmente por pederastia a la diócesis. El fallo, primero de este tipo contra la Iglesia católica en el país, se refería a los abusos sexuales a dos hermanos de 7 y 8 años perpetrados en 2007 por un clérigo de una de sus iglesias y obligaba a indemnizar con 800 millones de pesos (unos 245 000 euros) a las víctimas, a quienes la diócesis «hasta el último momento ha negado el derecho al resarcimiento de su dignidad e integridad personal y moral, muy a pesar de la contundencia y gravedad del perjuicio ocasionado, y contrario a las enseñanzas y valores que pregona esa organización religiosa», según el alto tribunal.[4] EstadísticasSegún el Anuario Pontificio 2022 la diócesis tenía a fines de 2021 un total de 248 596 fieles bautizados.
Episcopologio
Véase también
Referencias
Enlaces externos
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