Despilfarro a la salud en Bogotá es la denominación que los medios de comunicación dan a las contrataciones ilícitas que hicieron las directivas de varios hospitales de la capital colombiana.[1]
El escándalo generó gran controversia pues a pesar de las opulentas e innecesarias adquisiciones que hacían los hospitales, estos no prestan la debida atención a los usuarios.
Los hospitales involucrados fueron allanados e intervenidos por la Fiscalía de Colombia y el Gobierno Distrital de Bogotá. Y sus directivas separadas de sus respectivos cargos y enjuiciadas.[2]
Escándalo
De acuerdo con las investigaciones adelantadas por la Fiscalía de Colombia y el Gobierno Distrital de Bogotá.[3] En varios hospitales del distrito -en especial el de Meissen- las directivas de dichos centros permitieron:
- La participación de familiares suyos en diferentes cuestiones administrativas.
- Que el presupuesto girado por el Estado de Colombia fuera invertido en la cancelación de costos (para el mantenimiento de los hospitales) muy superiores a los fijados en las diferentes centrales públicas de abastos. Pues algunos abastos eran pagados hasta un 50% más de los normal.[4]
- La compra de alimentos costosos y que no 'encajaban' en la dieta alimenticia normal de cualquier paciente. En el hospital de Meissen eran comprados vinos y quesos finos, langostas, etc.[5]
- Qué médicos especialistas cobraran hasta más del 50% de lo debido como su salario. E incluso que recibieran pagos sin laborar.
- La fijación de proveedores específicos para que en la consecución de contratos con éstos, los representantes de los hospitales recibieran el pago de comisiones.[6]
El total del despilfarro es estimado en 81.000.000.000 de pesos colombianos.[7] Los responsables de las irregularidades fueron acusados por la Fiscalía de Colombia por varios delitos, entre esos el de concierto para delinquir.[8]
El 18 de septiembre de 2012 fue dictada la medida de aseguramiento contra las directivas del hospital de Meissen.[9]
Referencias