Demografía de Guinea-BisáuEste artículo trata sobre las características demográficas de la población de Guinea-Bisáu, incluyendo la densidad de población, etnias, nivel de educación, la salud, la economía, las religiones y otros aspectos. La población de Guinea-Bisáu es étnicamente diversa con diferentes idiomas, costumbres y estructuras sociales. El 99% de los guineanos son negros — la mayoría de los cuales son hablantes de fula y mandinka concentrados en el norte y el noreste, los balanta y papel, los cuales viven en las regiones costeras del sur, y los manjaco y mancanha, que ocupan las áreas centrales y las costeras del norte. Gran parte del resto son mestizos de ascendencia portuguesa y negra, incluyendo una minoría de Cabo Verde. Debido al éxodo de la mayoría de los colonizadores portugueses después de la independencia, menos del 1% de los guineanos son portugueses. El país también tiene una minoría china, la cual incluye macaenses de sangre portuguesa y china de Macao. La mayoría de la población son agricultores, siendo el 50% musulmanes, lo que hace de Guinea-Bisáu el único país que se habla portugués con una mayoría de musulmanes. Existen bastantes comunidades guineanas en el exterior, radicadas mayoritariamente en Portugal. La mayoría de los musulmanes pertenecen al Sunismo, el 40% son paganos, principalmente los fula y los mandinga. Menos del 10% son cristianos, principalmente católico romanos. Perfil demográficoLa joven y creciente población de Guinea-Bissau se sustenta en una alta fertilidad; aproximadamente el 60% de la población es menor de 25 años. Su gran población en edad reproductiva y su tasa de fertilidad total de más de 4 hijos por mujer compensan las altas tasas de mortalidad infantil y materna del país. Esta última es una de las más altas del mundo debido a la prevalencia de la maternidad temprana, la falta de espaciamiento de los nacimientos, el alto porcentaje de nacimientos fuera de los centros de salud y la escasez de medicamentos y suministros. La historia de inestabilidad política de Guinea-Bissau, una guerra civil y varios golpes de estado (el último en 2012) han dado lugar a un estado frágil con una economía débil, un alto nivel de desempleo, una corrupción rampante, una pobreza generalizada y un floreciente tráfico de drogas y niños. Dado que el país carece de infraestructuras educativas, de financiación y material escolar y de profesores cualificados, y que la cultura hace hincapié en la educación religiosa, los padres suelen enviar a los niños a estudiar a escuelas coránicas residenciales (daaras) en Senegal y Gambia. A menudo se encuentran en una situación de privación extrema y son obligados a mendigar en la calle o a trabajar en la agricultura por los marabouts (maestros religiosos musulmanes), que se enriquecen a costa de los niños. Los chicos que dejan a sus marabouts suelen acabar en las calles de Dakar o de otras grandes ciudades senegalesas y son vulnerables a abusos aún peores. Algunos jóvenes carentes de educación y de perspectivas laborales se involucran en el floreciente comercio internacional de drogas. El consumo de drogas a nivel local y la delincuencia violenta asociada van en aumento. Estadísticas demográficas de la CIA World FactbookLas siguientes estadísticas demográficas pertenecen a la CIA World Factbook, al menos que se indique lo contrario.
|