De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez es una comedia romántica venezolana,[1] dirigida por Alfredo J. Anzola, estrenada en 1986.[2][3]Junto con Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia, fue una de las más taquilleras de Alfredo J. Anzola.[4][5]Para Elisa Martínez de Badra, ambas películas marcaron la tendencia en la comedia del cine venezolano de los 70 y 80, junto con La empresa perdona un momento de locura (1978) de Mauricio Walerstein.[6]
De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez forma parte de una de las 15 películas consideradas patrimonio cinematográfico de Venezuela por la UNESCO, e incluida en el Programa Memoria del Mundo.[7]
Sinopsis
Anita Camacho (Elba Escobar) es una ambiciosa muchacha de servicio que se hace pasar por su patrona (Julie Restifo) para poder enamorar a algún hombre de dinero y dejar de ser pobre. El canario Marino Méndez (Alejo Felipe), propietario de una frutería, se convertirá en el objetivo de sus planes.[8]Para ello contará con la ayuda de Joaquinina (Hilda Blanco), la muchacha de servicio trinitaria de la casa vecina, y de Calambre (Víctor Cuica), empleado de la frutería. Mientras tanto, la policía la persigue creyendo que es una migrante colombiana indocumentada y el vecino voyeur (Ilan Chester), creyendo que se trata de una señora bien, de clase alta, trata de conquistarla.[3][9]
Ambientada en la Caracas de los años 80,[10] a pesar de su tono humorístico, toca temas como el abuso sexual, la vida de las trabajadoras domésticas, enfrentadas a la discriminación de clase y a la xenofobia, y de los migrantes colombianos y trinitarios, sometidos a la persecución policial.
Reparto
Música y producción
La banda sonora de la película fue compuesta por el músico y cantante israelí-venezolano Ilan Chester, quien también actúa en la película, interpretándose a sí mismo.
Para poder ahorrar presupuesto, Anzola concentró todas las locaciones (la frutería, el restaurante, la casa de la patrona, las casas de los vecinos) en una única calle: la calle Caroní de Caracas.[11]
Comentarios
Para Lorena Pino De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez forma parte, junto con Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia y la obra de cineastas como Clemente de la Cerda y Román Chalbaud de un muy diverso "cine sobre los “pobres” en un país cuya riqueza petrolera ha paradójicamente generado una división abismal de clases sociales. A pesar de hacer visible una temática común, las perspectivas autorales varían significativamente. De la comedia popular a la denuncia, en los ochenta –una vez más– pueden ubicarse diferencias en vez de semejanzas."[12]
Referencias