El cáncer ampular, cáncer de la ampollla de Vater o carcinoma del ámpula de Vater, es una neoplasia poco frecuente, de la estructura compuesta por la confluencia del conducto colédoco y el conducto pancreático, que desembocan en el lumen del duodeno a través de una pequeña protuberancia en la mucosa que recibe el nombre de papila duodenal mayor.[1]
El cáncer del "área periampular" o "área del ámpula", es difícil de diagnosticar porque allí confluyen las patologías de la cabeza del páncreas, del tercio distal del conducto biliar común, del conducto pancreático y de la mucosa duodenal adyacente.
Para este tipo de cáncer el tratamiento, consiste en una cirugía extensa para extraer el cáncer y un margen amplio de tejido saludable.[2]
Epidemiología
Los carcinomas del ámpula de Váter son neoplasias poco frecuentes que representan menos del 1% de malignidades que afectan al sistema gastrointestinal.[3]
El carcinoma de la ámpula de Váter representa el 6 % de todos los tumores "periampulares" o del "área de la ámpula de Vater".[4]
Los tumores “periampulares” tienen una histología y un comportamiento clínico sustancialmente variable, esto parece reflejar la presencia de dos tipos de adenocarcinoma ampular según su epitelio de origen: un tipo pancreaticobiliar y un tipo intestinal.[5][6][7]
Habitualmente las lesiones que afectan la Ámpula de Vater se clasifican en lesiones benignas, premalignas y malignas.Algunos ejemplos son: Lesiones benignas: Cálculo biliar impactado, papilitis, hamartoma y lipoma. Lesiones premalignas: Adenomas ampulares. Lesiones malignas: Tumores neuroendocrinos, adenocarcinomas, tumores del estroma gastrointestinal (GIST) y metástasis provenientes de mama, riñón y melanoma.[8][4]
El diagnóstico de las neoplasias del área "periampular" es difícil, porque en el "área del ámpula", concurren las patologías pancreáticas, del tercio distal del conducto biliar común, el conducto pancreático y la mucosa duodenal adyacente.
El 95% de las lesiones del ámpula de Vater diagnosticadas por endoscopía son adenomas o adenocarcinomas.[8]
Existen diversos métodos diagnósticos, cada uno con sus ventajas y desventajas:
Ventajas: Es un procedimiento rápido que facilita la observación de anormalidades vasculares e incluso puede observar la existencia de metástasis a nivel hepático.
Desventajas: Posee pobre sensibilidad para el diagnóstico de lesiones "periampulares". Implica la exposición a radiación ionizante. El medio de contraste utilizado puede generar nefrotoxicidad por lo cual tiene poca utilidad en aquellos pacientes con insuficiencia renal.
Ventajas: Detecta pequeñas lesiones hepáticas, el medio de contraste utilizado no causa lesión renal y es un método que no utiliza radiación ionizante.
Desventajas: Posee pobre sensibilidad para el diagnóstico de lesiones "periampulares". Es un procedimiento caro y prolongado.
Ventajas: Sirve como método diagnóstico y como medida terapéutica.
Desventajas: Se considera un método invasivo e incrementa el riesgo de infección postquirúrgica.
Ultrasonido endoscópico
Ventaja: Es útil para delimitar anatómicamente la lesión.
Desventajas: Se considera un método invasivo y puede provocar una pancreatitis luego del procedimiento.[9]
Tratamiento
En la mayoría de los pacientes con cáncer ampular (probabilidad por encima del 50%) la cirugía curativa es exitosa en comparación con los pacientes con adenocarcinoma de páncreas (probabilidad por debajo del 10%).[10][2]
Se proponen tres opciones para tratar esta patología, las cuales son:
Pancreaticoduodenectomía (procedimiento de Whipple)
Ampulectomía quirúrgica (escisión local quirúrgica)
↑ abJordán Alonso A., Cruz Méndez D., Bello Delgado R., Alejo Concepción O., Alonso Domínguez N., Alfonso Moya O. (2010). «Adenocarcinoma del ámpula de Vater. A propósito de un caso». Revista Médica Electrónica. (SciELO) 32 (5). Consultado el 28 de mayo de 2019.
De Campos, S., & Poley, J. (2019). Endoscopic Staging and Treatment Ampullary Tumors. Reference Module in Biomedical Science.
John, P., Kougioumtzopoulou, A., Syrigos, K., & Saif, M. (2014). Updates in Management of Ampullary Carcinomas. JOP. Journal of the Pancreas, 15(2), 140-143.
El Hajj, I. I., & Coté, G. A. (2013). Endoscopic Diagnosis and Management of Ampullary Lesions. Gastrointestinal Endoscopy Clinics of North America, 23(1), 95–109.
Zheng-Pywell, R., & Reddy, S. (2019, 10 febrero). Ampullary Cancer. Elsevier Inc.
Ahn, D. H., & Bekaii-Saab, T. (2016, 29 julio). Ampullary Cancer: An Overview. Division of Medical Oncology, The Ohio State University Comprehensive Cancer Center, Columbus OH.