Cueva de las Bestias
La Cueva de las Bestias es un abrigo natural que conserva una de las representaciones de arte rupestre más espectaculares del neolítico en el desierto del Sahara. GeografíaEl abrigo se encuentra en el Wadi Sora al sur de la meseta de Gilf Kebir en el extremo suroeste de Egipto limítrofe con Sudán y Libia, más exactamente en el desierto Líbico. El lugar está deshabitado hoy en día y forma parte de la zona más árida del Sahara. DescubrimientoEl abrigo fue descubierto en el año 2002 por los arqueólogos Massimo y Jacopo Foggini y Ahmed Mestikawi, razón por la que también es nombrado cueva Foggini-Mestikawi o cueva Foggini. En el año 2010 científicos de la universidad de Colonia (Alemania) llevaron a cabo un exhaustivo registro del abrigo y denominaron el lugar cueva Wadi Sora II. Historia y paleoclimaLas pinturas se realizaron hace aproximadamente 7000[1] años en los albores del Neolítico. En aquella época el Sahara estaba todavía húmedo. Testimonio de aquel período es un lago holoceno, hoy desaparecido, al pie del abrigo. Al terminarse el Óptimo Climático del Holoceno hace 6000 años, las precipitaciones cesaron, lo que provocó el abandono del sitio en el marco de la desertización del Sahara.[2] Mucho antes de que las pirámides tomaran forma en el Nilo, mucho antes de que Egipto fuera siquiera una nación unificada, los antiguos cazadores pintaron cientos de cuadros de expediciones de caza en la Cueva de las Bestias. La Cueva de las Bestias es un enorme refugio natural en el desierto occidental de Egipto que presenta pinturas rupestres neolíticas, de más de 7.000 años de antigüedad, con unas 5.000 figuras. Se sabe de la existencia de la Cueva de las Bestias desde principios del siglo XX y fue visitada por muchos arqueólogos, pero no fue hasta 2012 que la Cueva de las Bestias fue estudiada durante un tiempo prolongado. Los investigadores creen que la Cueva de las Bestias es única porque, a diferencia de la mayoría de los sitios de arte rupestre, la Cueva de las Bestias incluye representaciones de la vida cotidiana en el desierto. Los investigadores de la Cueva de las Bestias esperan que las pinturas de la Cueva de las Bestias nos enseñen cómo vivían los antiguos cazadores en Egipto hace mucho tiempo. La Cueva de las Bestias está decorada con cientos de pinturas que incluyen vívidas escenas de caza, actividades domésticas como la cocina y el baile, animales tanto conocidos como desconocidos, plantas silvestres, barcos de hasta 30 metros de largo e incluso cometas. Los investigadores de la Cueva de las Bestias también encontraron una pintura extremadamente rara de una cabeza de babuino. Las pinturas de la Cueva de las Bestias, que tienen 7.000 años de antigüedad, se conservan de forma extraordinaria porque la Cueva de las Bestias se encuentra a unos diez kilómetros del río Nilo y tiene muy pocas precipitaciones. La Cueva de las Bestias sólo recibe agua de lluvia durante las ocasionales inundaciones repentinas causadas por las fuertes lluvias en las montañas situadas al oeste de la Cueva de las Bestias. Los arqueólogos, que utilizaron tecnología de mapeo láser para trazar las pinturas de la Cueva de las Bestias con un detalle sin precedentes, creen que la Cueva de las Bestias está tan bien conservada porque fue utilizada con fines religiosos por culturas posteriores. Los investigadores de la Cueva de las Bestias esperan que las pinturas de la Cueva de las Bestias nos permitan conocer la vida cotidiana y la cultura de los habitantes del Alto Egipto hace 7.000 años.según Dr Yasser El laithy estas pinturas formaron el panteón neolítico del Egipto antiguo.[3] Descripción de las pinturasEl abrigo contiene un panel de 17 m de largo y 3 metros de alto con más de 5000 figuras pintadas sobre todo en rojo, pero también en amarillo, blanco y negro representando manos y pies en negativo, grupos de hombres y unos animales mitológicos teriántropos y acéfalos, denominados bestias a las que el abrigo debe su nombre. Aunque el símbolo de las manos en negativo se suele encontrar en muchas cuevas del globo, las bestias se encuentran solo en el Wadi Sora. Las pinturas están muy bien conservadas y representan diferentes temas parcialmente pintados superpuestos. Unos grabados en bajorrelieve rematan el abrigo. Las manos negativas están estarcidas y forman el estrato más antiguo mientras las pequeñas figuras blancas y los grandes individuos en amarillo son de creación más reciente dando fe de un uso prolongado del abrigo. Las bestias son las protagonistas, muchas de las cuales han sufrido ataques de mutilación ya en tiempos prehistóricos. Rodeadas de seres humanos, destacan por su forma y su tamaño. Tienen una cola larga y un cuerpo de felino con patas en forma de pie humano o de animales. Aunque sin cabeza parecen devorar o escupir seres humanos. Algunas están envueltas en lo que parece una red dorada.[4] El resto de pinturas muestran grupos de seres humanos bailando o incluso flotando o nadando,[5] como en la Cueva de los nadadores, aunque no siempre parecen estar relacionados con las bestias: En la parte inferior de la izquierda, aprovechando una grieta natural, aparecen por encima de la misma un grupo de personas manteniendo una honda en las manos levantadas. Por debajo de la grieta hay otro grupo de tamaño más pequeño con una mano levantada mirando hacia un lado. Esparcidas por las paredes del abrigo hay representaciones de fauna silvestre: un elefante, avestruces, antílopes y jirafas. La interpretación de las figuras es compleja; algunos investigadores han propuesto considerarlas el prototipo de las divinidades del Antiguo Egipto.[6] Confirma el antropólogo Dr Yasser El Laithy en el Libro éxodo del edén que estas pinturas formaron más de diez conceptos dogmáticos de la Civilización del Nilo durante el neolítico, sobre todo en concepto de la diosa Nut la diosa del cielo.El libro éxodo del edén muestra que el origen neolítico de muchos conceptos dogmáticos de la Civilización del Nilo apareció en las pinturas rupestres de la Cueva de las Bestias [7] Galería
Véase tambiénReferencias
Bibliografía
Enlaces externos
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