Corylus
Corylus es un género de árboles caducifolios y grandes arbustos originario de los climas templados del hemisferio norte, conocidos con el nombre común de avellanos. El género se ubica normalmente en la familia de los abedules, las betuláceas,[1][2][3][4] aunque algunos botánicos sitúan los avellanos (con los carpes y géneros afines) en una familia separada, Corylaceae.[1][5] DescripciónPoseen hojas simples redondeadas con bordes de doble serrado. Las flores nacen a principios de primavera, antes que las hojas y son monoicas, con amentos de diferente sexo; los masculinos, de color amarillo pálido y entre 5 a 12 cm de largo, los femeninos muy pequeños y prácticamente ocultos en las yemas, de las que afloran únicamente los estilos rojos en número de 1 a 3. Su fruto son nueces de 1 a 2,5 cm de largo y 1 a 2 de diámetro, rodeadas por un involucro que encierra total o parcialmente la nuez.[3][4] La forma y estructura de los involucros es muy importante para la identificación de las diferentes especies de Corylus.[3] El polen de las especies de avellanos, que a menudo son la causa de las alergias a fines del invierno o principios de la primavera, se puede identificar con un aumento (600x) por sus características granulares de exina que tienen tres poros visibles.[6] EcologíaAl menos 21 especies de hongos tienen una relación mutualista con el avellano. El Lactarius pyrogalus crece casi exclusivamente en el avellano, y el avellano es uno de los dos tipos de huésped del raro Hypocreopsis rhododendri]. Varias especies raras de liquen Graphidion dependen de los avellanos. En el Reino Unido, cinco especies de polillas están especializadas en alimentarse de avellanos, entre ellas Parornix devoniella'. Entre los animales que comen avellanas se encuentran el ciervo rojo, el lirón careto y la ardilla roja.[7] TaxonomíaEl género fue descrito por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 998–999. 1753.[8] La especie tipo es: Corylus avellana EspeciesHay entre 14 y 18 especies de avellano. La circunscripción de especies en Asia oriental es algo controvertido, con WCSP y Flora of China difiriendo en qué taxones son aceptados, de manera que en la siguiente lista, en lo que se refiere a esta región, sólo se incluyen aquellos taxones aceptados por ambas fuentes.[9][3][10][11] Las especies se agrupan de la siguiente manera:
Existen varios híbridos, y pueden ocurrir entre especies en diferentes secciones del género, p.e. Corylus × colurnoides (C. avellana × C. colurna). La especie de avellano más antigua confirmada es Corylus johnsonii que se encuentra como un fósil en las rocas de la edad Ypresiana del Condado de Ferry, en Washington, Estados Unidos.[12] Usos y cultivoLas avellanas producidas por el Corylus avellana (avellano común) son las que se consumen ampliamente. Este gran arbusto se cultiva extensivamente por ellas. También se cosechan de algunas de las demás especies, incluso la corylus máxima.
Se adapta bien a las difíciles condiciones de los entornos urbanos, lo que ha incrementado su popularidad durante las últimas décadas. El avellano común es también un elemento importante en las vallas o "cercados vivos", la forma tradicional de establecer linderos de campo en el sur de Inglaterra hace años. Los bosques se cultivaban tradicionalmente como bosquecillos o sotos y la madera obtenida de la poda se utilizaba como material de construcción y cercados agropecuarios. Los corylus son utilizados como fuente alimenticia por las larvas de varias especies de Lepidópteros. CulturaLos celtas creían que las avellanas daban sabiduría e inspiración. Existen numerosas variantes de un antiguo cuento según el cual nueve avellanos crecían alrededor de un estanque sagrado, dejando caer en el agua nueces que eran comidas por el salmón (un pez sagrado para los druidas), que absorbía la sabiduría. Un maestro druida, en su intento de convertirse en Omnisciente, capturó uno de estos salmones especiales y pidió a un estudiante que cocinara el pescado, pero que no se lo comiera. Mientras lo cocinaba, se formó una ampolla y el alumno utilizó el pulgar para reventarla, que naturalmente chupó para enfriarse, absorbiendo así la sabiduría del pez. Este niño se llamaba Fionn mac Cumhaill (Fin McCool) y llegó a convertirse en uno de los líderes más heroicos de la mitología gaélica.[13] En el cuento "La rama de avellano" parte de la colección los Cuentos de hadas de los Grimm afirma que las ramas de avellano ofrecen la mayor protección contra las serpientes y otras cosas que se arrastran por la tierra. En el cuento de los Hermanos Grimm "La Cenicienta", una rama de avellano es plantada por la protagonista en la tumba de su madre y crece hasta convertirse en un árbol que es el lugar donde los pájaros conceden los deseos de la niña.[14] Referencias
Bibliografía
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