Consagración al Sagrado Corazón de JesúsVéase también: Sagrado Corazón de Jesús
La consagración al Sagrado Corazón de Jesús de todo el género humano fue realizada por el papa León XIII que, en su encíclica Annum Sacrum, del 25 de mayo de 1899, indicó que esta consagración se hiciese en la iglesia principal de todas las poblaciones, el 11 de junio de 1900. Posteriormente el papa Pío X pidió que se renovase en todas las parroquias en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, y Pío XI, en la encíclica Quas primas, del 11 de diciembre de 1925, ordenó que se renovase anualmente en la solemnidad de Cristo Rey. Consagración por León XIIIYa en 1794 el papa Pío VI, en su bula Auctorem Fidei, había defendido, contra algunas proposiones jansenistas, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Pero fue en tiempo de León XIII; cuando la Beata María del Divino Corazón Droste zü Vischering (1863-1899) se dirigió al papa con la petición, en el nombre del propio Cristo, de que el mismo papa consagrara el mundo entero al Sagrado Corazón de Jesús, el pontífice designó comisiones de grupos de teólogos para examinar su petición sobre la base de la revelación mística y la tradición sagrada. Recibido ese estudio el papa León XIII, consagró todo el género humano al Sagrado Corazón y en la encíclica Annum Sacrum , del 25 de mayo de 1899, indicó indicó que esa consagración se hiciese el 11 de junio de 1900 en la iglesia principal de todas las poblaciones utilizando la fórmula por él aprobada y publicada en el Acta Apostolicae Sedis a continuación de la encíclica[1].
Renovación y actualidad de esa consagraciónPío X en 1906 mandó que esa consagración se renovase anualmente en todas las parroquias en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, ante el Santísimo expuesto[2]. Pío XI, en la encíclica Quas primas (11 de diciembre de 1925) ordenó que esa consagración se realizase anualmente en la fiesta solemne de Cristo Rey, con la fórmula remitida por la Sagrada Congregación de Ritos que modificaba la fórmula de León XIII, reemplazando el penúltimo enunciado por el siguiente[3]
El Enchiridion Indulgentiarum de 1968, en la Concesión 27, incluye una fórmula simplificada de la Consagración indicando que al fiel cristiano que rece piadosamente el precedente acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey se le concede indulgencia parcial, que será plenaria si se reza públicamente en la solemnidad de Cristo Rey. Véase también
Referencias
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