Concepción Rodríguez-Espina y García-Tagle (Santander, 15 de abril de 1869-Madrid, 19 de mayo de 1955), más conocida como Concha Espina, fue una escritora española, autora de novelas —varias de ellas adaptadas al cine— como La niña de Luzmela,La esfinge maragata y Altar mayor. También cultivó la poesía, el teatro y el cuento.
Biografía
María de la Concepción Jesusa Basilisa Rodríguez-Espina y García-Tagle nació el 15 de abril de 1869 en Santander,[1] hija de Víctor Rodríguez Espina y Olivares y de Ascensión García Tagle y de la Vega, la séptima de diez hermanos. Tenían la casa familiar en la calle de Méndez Núñez de Santander, en el barrio de Sotileza. A los trece años de edad su familia se trasladó a Mazcuerras, al domicilio de la abuela paterna, donde comenzó a escribir.
El 14 de mayo de 1888 publicó por primera vez en El Atlántico de Santander unos versos usando el anagrama Ana Coe Snichp. En 1891 falleció su madre. El 12 de enero de 1893,[2] contrajo matrimonio en su localidad natal con Ramón de la Serna y Cueto. Cabe destacar el parentesco político que la une a la famosa pintora cántabra María Gutiérrez Cueto, más conocida como María Blanchard, prima de su marido y con quien compartió una gran amistad. El matrimonio se trasladó a Valparaíso (Chile). En 1894 nació su primer hijo, Ramón, y en 1896 Víctor de la Serna, futuro periodista. En Chile, comenzó a colaborar con periódicos chilenos y argentinos. En 1898, la familia regresó a España y en 1900, en Mazcuerras, nació su hijo José, fallecido a los cinco años de edad; en 1903, su única hija, Josefina (esposa del músico Regino Sainz de la Maza y madre de la actriz Carmen de la Maza) y en 1907, su último hijo, Luis. Su incipiente éxito como escritora incidió en su matrimonio, debido a los celos profesionales de su marido.
En 1909 logró un puesto de trabajo para su marido en México y ella se instaló en Madrid con sus cuatro hijos, por lo que el matrimonio quedó separado.[3] Aunque escribió estudios, poesía y otros muchos géneros, alcanzó la notoriedad y el reconocimiento con su narrativa en cuentos y novelas.
Fue una escritora ilustrada y una de las mentes más preclaras de la literatura española de la primera mitad del siglo XX. Los miércoles celebraba un salón literario en la calle Goya al que asistían personajes de la alta burguesía e intelectuales como la esposa de Antonio Alcalá Galiano, el crítico Luis Araujo-Costa, el doctor Carracido, los dibujantes Bujados y Fresno y escritores hispanoamericanos como el venezolano Andrés Eloy Blanco, el costarricense Max Jiménez además de un buen número de poetisas noveles. También era asiduo Rafael Cansinos Asséns, que en 1924 publicó una amplia obra crítica, Literaturas del Norte, dedicada a la producción literaria de la escritora. Espina también fue colaboradora de diversos periódicos, como El Correo Español de Buenos Aires y los españoles La Libertad y La Nación, ya desaparecidos, y El Diario Montañés de Cantabria.
Siempre presente en la sociedad de la época fue miembro del Lyceum Club Femenino, una de las asociaciones femeninas más conocidas de esa época.[4]
En julio de 1934 se separó jurídicamente de su marido, que falleció posteriormente en 1937. La guerra civil española la sorprendió en su casa de Mazcuerras de donde no pudo salir hasta la ocupación de Santander por las tropas del bando sublevado, en 1937. A partir de entonces colaboró habitualmente en el diario ABC de Sevilla y escribió novelas testimoniales, como Retaguardia, Diario de una prisionera y Luna roja.
En 1938 empezó a perder la vista y, aunque fue operada, en 1940 quedó completamente ciega. No obstante, no dejó de escribir. Varias de sus obras fueron adaptadas al teatro y al cine. Murió a los ochenta y seis años de edad, el 19 de mayo de 1955 en Madrid. Sus restos reposan en el cementerio de la Almudena.
En la localidad cántabra de Torrelavega se inauguró en enero de 2007 un teatro municipal que lleva su nombre. Anteriormente y en el mismo solar se encontraba el Cine Concha Espina, cerrado a finales de la década de 1980. La ciudad de Madrid la ha homenajeado con una avenida con su nombre, que cuenta con aproximadamente 1,2 km. El Metro de Madrid le ha dedicado una estación en la línea 9. Un avión de Iberia, del modelo A340/300, con matrícula EC-GGS, lleva también el nombre de la escritora cántabra. En Valencia, en el barrio de la Cruz Cubierta, un colegio concertado de educación primaria y secundaria lleva su nombre. En la localidad cántabra de Reinosa, junto al barrio de Las Eras y el parque de Las Fuentes, existe un colegio de EGB (educación primaria) ─ya cerrado─ con el nombre de la escritora, inaugurado en 1931.
Obras
La eterna visita, artículos periodísticos.
Al amor de las estrellas o Mujeres del Quijote, 1903. Novela.[10] 1916 Once láminas con ilustraciones de Albín.
Mis flores, 1904. Poesía.
El rabión, 1907. Cuentos.
Trozos de vida: Colección de cuentos, 1907. Cuentos.
El jayón, 1916. Novela. Premio Espinosa y Cortina de la Real Academia Española. Luego teatro. Drama en tres actos estrenado en el Teatro Eslava de Madrid el 9 de febrero de 1918. Luego película: Guacho (Argentina, 1954).
Don Quijote en Barcelona, 1917. Conferencia 19 de diciembre de 1916.
Ruecas de marfil, 1917. Relatos.
Simientes. Páginas iniciales, 1918. Cubierta en color de Rivero Gil.
Concha Espina, Madrid, E.P.E.S.A. [Ediciones y Publicaciones Españolas, S.A.], [D.L.1974]; por Alicia Canales; prólogo de José Gerardo Manrique de Lara; epílogo de Víctor de la Serna.
Vida y obra de Concha Espina, 1976. Gerard Lavergne.
Concha Espina y la Guerra de España. 1984. Fundación Balmes.
Poetisas españolas. Antología general, tomo II: De 1901 a 1939. Luzmaría Jiménez Faro. Torremozas. Madrid, 1996, págs. 47-57.
Visión y ceguera de Concha Espina: su obra comprometida, 1998. Elizabeth Rojas Auda.
Concha Espina y la Guerra Civil, artículo publicado en 2005 por Luis Sánchez Movellán en El Diario Montañés.[15]
Iker González-Allende. "Las novias de Concha Espina: Amor durante la Guerra Civil Española." Revista de Estudios Hispánicos 45.3 (2011): págs. 527-49.[16]