La planificación comenzó a fines de 1970 y se abrió una oficina en la primavera de 1971.
El CRP usó 500.000$ en fondos recaudados para apoyar la campaña del presidente Nixon y pagar los gastos legales de los cinco ladrones de Watergate. Este acto ayudó a convertir el robo en un escándalo político desastroso para la campaña de Nixon. Los ladrones, así como G. Gordon Liddy, E. Howard Hunt, John N. Mitchell, y otras figuras de la administración de Nixon (Watergate Seven), fueron acusados por el robo y sus esfuerzos para encubrirlo.
El acrónimo CREEP fue aplicado burlonamente al CRP como un apodo por los oponentes de Nixon; el peyorativo se hizo popular debido al escándalo de Watergate.[3][4]
El CRP fue también conectado, por ejemplo, por conexiones de sus empleados, con un grupo anterior llamado los Plomeros de la Casa Blanca.