Collación

Collación (del latín collatio, "reunión", "contribución") es voz muy usada en épocas anteriores y significa lo mismo que barrio o parroquia.[1]​ Las ciudades y villas grandes en sus ordenanzas solían estar divididas por collaciones y cada collación, al cargo de un jurado.

En 1463 se hizo en Jaén un ensayo para dar una nueva organización al ejército feudal, principalmente a la infantería, compuesta de espingarderos, ballesteros o lanceros con escudo, que se dividieron en collaciones al mando de jurados y éstas en decenas o decurias con sus decenarios. En esta forma pasaron alarde el 8 de mayo y

...mandó dar (el Condestable D. Miguel Lucas) una librea de su cámara de capuces pequeños de muy fino paño azul y amarillo a meitades con flocaduras de aquella manera... y luego encabalgó en una jacanea e fizo apartar toda la otra gente de los ballesteros, é cada collación por si fizo su alarde, do fallaron aquel dia 1500 ballesteros de nómina muy bien aderesados con buenas ballestas é aljabas con su almacén. [Durante la asamblea se empleó esta tropa todos los domingos en los ejercicios militares y] para los que sobresalían mandaba poner de su cámara ciertas joyas, conviene á saber, camisas moriscas e tocas turcas, e gentiles almaizares é capirotes moriscos de muy linos paños, bien fechos é borceguíes é marloquies.
Clonard. Hist. org. T. I. pág. 371

La Crónica citada por el autor como manuscrita ha sido posteriormente impresa en el Memorial Histórico Español.

Referencias

  1. Montero Vallejo, Manuel (1995). Origen de las calles de Madrid.Una introducción a la ciudad medieval. Madrid: Avapiés. ISBN 84-86280-33-8. 

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