Cofradías de teatro en Madrid son las agrupaciones de cómicos, actores y autores del mundo del teatro desarrolladas en Madrid entre los siglos xvi y xvii y hasta el xix.[1][2] Mezcla o simbiosis de sociedad religiosa con fines filantrópicos o caritativos organizada por los hospitales de la Villa renacentista y luego gremio de autores y representantes, las cofradías teatrales más importantes fueron la Cofradía de la Pasión y la Cofradía de la Soledad. A partir de 1631 se sintetizaron en la Cofradía de comediantes de la Virgen de la Novena, a la que pertenecieron los autores, empresarios, actores y actrices más notables del Siglo de Oro Español.[3][4][5]
Origen y desarrollo
Siguiendo el modelo medieval europeo de congregaciones sujetas a estatutos y dependientes de monarcas o autoridades eclesiásticas, las cofradías de teatro en Madrid pueden considerarse, de alguna manera, continuación de antiguas corporaciones profesionales como los «Confrères de la Passión» (París, 1402),[6] los Disciplinados de Jesucristo de Umbría o, también en Italia, los Disciplinados de Santo Domingo de Perusa.[7]
En 1565, Felipe II, instalada ya la corte española en Madrid,
decreta la autorización para establecer con carácter permanente en la capital de España de unas cofradías que dispusiesen de edificios para la representación de comedias, dando origen a los corrales madrileños.[8]
Las dos cofradías que desde el primer momento capitalizaron la explotación de los primeros corrales,[9] fueron la de la Pasión o Santa Pasión,[a][10] constituida en 1565,[b] y la Cofradía de la Soledad, establecida el 21 de mayo de 1567.[11]
La cofradía de la Pasión contrató y explotó tres corrales, dos de ellos en la calle del Príncipe (el Corral de Burguillos y el Corral de la Pacheca) y otro en la calle del Sol.[12][c]
A su vez la Cofradía de la Soledad gestionó otros tres corrales: el corral de la Cruz y otros dos de los que no se conoce su exacto emplazamiento[d]
Al inicio del siglo xvii la explotación de los corrales dejó de ser privilegio de las Cofradías, y los dos más importantes, el Corral del Príncipe y el Corral de la Cruz,[9] fueron adquiridos por el Ayuntamiento de la Villa.
La Cofradía de comediantes de la Virgen de la Novena
A partir del reinado de Felipe IV, el gremio de autores y compañías teatrales, entró en una etapa casi "profesional".[13] Así, el 2 de abril de 1631 se fundó la Cofradía de comediantes de la Virgen de la Novena, como cofradía de autores y representantes, bajo el patronazgo de Nuestra Señora de la Novena.[e][14] En sus estatutos se especificaba que sólo podían pertenecer a ella los actores y sus familiares más directos, como esposas o hijos sin emancipar, pero no otros parentescos cercanos, incluidos los padres.[15][16]
El crítico del siglo xix Enrique Funes, en su tratado La declamación española publicado en Sevilla en 1894, describe como fundadores de esta singular congregación gremial, a «Tomás Fernández de Cabredo, que fué gracioso y ahora galanea, Manuel Álvarez Vallejo; Avendaño, el mozo, que luce sus habilidades en los ditirambos de Quiñones de Benavente; Andrés de la Vega y Lorenzo Hurtado de la Cámara, que no por ser flacucho y nudoso deja de ser consorte de la briosa doña Francisca, Bazán de apellido». Así lo recogen a su vez Narciso Díaz de Escovar y Francisco de Paula Lasso de la Vega en su Historia del Teatro Español.[17]
Algunos autores llaman la atención sobre la tendencia endogámica del gremio de autores y representantes,[18] que se deduce de lectura de las "Constituciones de la Cofradía de la Novena", al favorecen la entrada en la corporación de los hijos de actores, como se explica en este texto:
Ordenamos que el que se asentare por cofrade pueda asentar y asiente por cofrades a
su mujer y a todos los hijos y hijas que tuviere, con que los tales hijos o hijas no
sean casados, que entonces, si fueren hijas y representaren sus maridos, y si fueren
hijos y representaren sus mujeres, con ellos o con ellas se han de asentar; y si el
marido ni la mujer fuere del gremio de la representación, aunque los padres lo sean,
no han de ser asentados por cofrades, conforme a la constitución primera deste
título. Pero si los tales hijos o hijas hubieren representado, permitimos que,
pidiéndolo, conforme a la constitución segunda o tercera, puedan ser recibidos; pero,
aunque no lo sean, siendo o habiendo sido sus padres cofrades, gocen en vida o en
muerte de la caridad de la Cofradía...
Confirmación de la Cofradía de Nuestra
Señora de la Novena. Año 1634
Privilegios que se refuerzan en el espíritu de este otro párrafo de dichas "Constituciones":
...Y porque en esta Corte hay algunas mujeres y hombres que, aunque no están con autor ninguno, acuden a representar en fiestas y Otavas que se ofrecen, así en esta villa como en los lugares de su contorno, y así son tenidos por
representantes de la legua, ordenamos que las tales mujeres o hombres puedan ser y sean admitidos a esta Cofradía, con que en su entrada se guarde lo dispuesto por la Constitución segunda deste título, y en cuanto a la contribución y limosna ordinaria, lo que en el título siguiente se dirá...
↑Contemporánea de la La cofradía de San José y los niños expósitos de Valladolid.
↑En cuyos estatutos se obliga a "vestir a doce pobres y a una niña, y dar comida dos veces al año a los pobres de la cárcel", solicitando del Consejo de Castilla, a cambio, el monopolio de las actividades teatrales, que se le concedió a condición de que la cofradía construyese un hospital. Precisamente en el patio de ese edificio se llevó a cabo la primera representación en un local cerrado, de la que ha quedado noticia documentada el 5 de mayo de 1568.
↑Quizá uno de ellos fuese el llamado Corral de Puente, por ser propiedad de Cristóbal de la Puente, situado en la calle del Lobo esquina a la carrera de San Jerónimo, desaparecido antes de finalizar el siglo XVI. Se especula que el otro fuese el Corral de Valdivieso, por ser también ese el apellido de su propietario.
↑Ángel Fernández de los Ríos —en su Guía de Madrid de 1876— sitúa la fundación de la cofradía de Nuestra Señora de la Novena, el 24 de julio de 1624, por los comediantes y comediantas de la villa, en la parroquia de San Sebastián (donde consta que se depositaron los restos mortales del "Fénix de los Ingenios", Lope de Vega).
↑La mayoría de estos autores gozaron del apoyo incondicional de Felipe IV, cuya afición teatral le llevó a construir un coliseo junto al Real Alcázar de Madrid, en las llamadas Casas del Tesoro, que sirvió de teatro de la Corte hasta la conclusión del Buen Retiro, en cuyo complejo se inauguró un teatro italiano en 1640, con el estreno de Los bandos de Verona, de Rojas Zorrilla.
↑M. Vela, Victor (19 de marzo de 2011). «Nosotros, los San José». elnortedecastilla.es. Consultado el 15 de enero de 2017. «La cofradía consiguió el derecho exclusivo para la representación de autos y comedias. El dinero obtenido de la taquilla del teatro -llegó a ser el único que durante décadas hubo en Valladolid- servía así para sufragar la crianza de los expósitos.»
↑VV.AA. (catálogo exposición: El teatro en Madrid 1583-1925. Del corral del Príncipe al Teatro de Arte. Museo Municipal -febrero/marzo 1983), Navarro de Zuvillaga, Javier (1983). "Del corral al coliseo". Ayuntamiento de Madrid, Delegación de Cultura. ISBN8400052889.
↑"Cláusulas, condiciones, estatutos, etc, para crear una congregación de Autores y representantes..." A.C.N (Archivo de la Cofradía de la Novena) Légajo 1. Carpeta 12.
Lasso de la Vega, Francisco de Paula; Díaz de Escovar, Narciso (1924). Historia del Teatro Español. El teatro español en el siglo XIX y XX. Barcelona: Montaner y Simon Editores.
Díez Borque, José María (1991 1983). Teatro del Siglo de Oro: corrales y coliseos en la Península Ibérica. Cuadernos de teatro clásico, núm. 6.
Fernández de los Ríos, Ángel (1876). Guía de Madrid. Madrid, edición facsímil de Ediciones La Librería. pp. 165-172. ISBN8495889315.
Varey, J. E.; Shergold, N. D. (1985). Fuentes para la historia del teatro en España, II. Genealogía, origen y noticias de los comediantes de España. Londres: Támesis. pp. 421-2.
VV.AA. (dirigida por José María Díez Borque) (1983). Historia del teatro en España. Madrid, Taurus Ediciones. pp. tomo I, 670 y ss. ISBN8430621520.
Varios autores (1992). Consorcio Madrid Capital Europea de la Cultura 1992, ed. Cuatro Siglos de Teatro en Madrid. Exposición Museo Municipal, Teatro Albéniz, Teatro Español y Teatro María Guerrero, coord. por Fernanda Andura Varela. Madrid: Apsel. ISBN8460427978.