Chalé de Canido
El chalé de Canido es un edificio singular situado en el barrio de Canido en Ferrol, (España). Fue proyectado y ejecutado entre 1921 y 1925 por Rodolfo Ucha para el industrial Juan Sixto Vázquez. HistoriaPara Juan Sixto Vázquez, emigrante gallego nacido en O Seixo (Mugardos), que hizo fortuna en Cuba a finales del siglo XIX y fue propietario, junto a sus hermanos, de los grandes almacenes de La Habana «Fin de Siglo», había llegado el momento de regresar a su tierra.[1] Así que, ante su idea de retornar a Ferrol, en 1921 le encargó a Rodolfo Ucha que, por entonces era arquitecto Municipal de Ferrol, el proyecto de una villa representativa de su éxito en los negocios en Ultramar que, sin embargo, no llegaría a habitar definitivamente.[2][3] DescripciónConocido como Chalé de Canido, se trata del más voluminoso edificio de vivienda unifamiliar proyectado por Rodolfo Ucha Piñeiro en Ferrol, con una torre que resulta el elemento más singular y llamativo del conjunto.[4] Es probable que el ecléctico diseño de esta casa de indiano, con cierto regusto regionalista pero sin una unidad de estilo entre sus diferentes elementos y en la que se advierte cierta desproporción de volúmenes, respondiese al capricho del propietario promotor la obra,[5] que hizo modificar varias veces los planos, influido por algunos diseños de moda del momento, mezclándolos todos.[4][3] El principal elemento compositivo es una torre monumental de cuatro alturas con un remate de aspecto de pirámide truncada, con una mansarda abuhardillada y unos pináculos en cada esquina. A la torre se suman varios volúmenes anejos con galerías exteriores apoyadas bien sobre ménsulas de granito o sobre columnas de hierro fundido, cuya horizontalidad compensa tímidamente la prominente verticalidad del torreón.[4] La superficie total edificada es de 740 m².[6] Cuenta también, con un jardín de 4 000 m² que llegó a estar poblado por todo tipo de especies vegetales exóticas, incluyendo las palmeras que recordaban al paisaje habanero.[3] El edificio ha permanecido abandonado desde 2009, lo que le ha ocasionado un notable deterioro, perdiendo parte de la ornamentación de la fachada, la rotura de numerosos cristales y el robo de elementos decorativos en el interior.[3] En 2017 fue adquirido por un grupo empresarial de Betanzos dedicado a la hostelería que proyecta su restauración total para 2025.[7][6] Referencias
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