Cerámica estampilladaCerámica estampillada o que ha recibido ‘estampilla’,[1] es el conjunto de piezas u objetos alfareros en general que han sido marcados con un sello de manufactura o propiedad, o bien aquellos otros en cuya fábrica se utilizaron matrices o moldes de estampillado. El ejemplo más antiguo y reconocido es la producción de «terra sigillata» romana.[2] Como recurso decorativo, también es representativa de la cerámica andalusí durante el periodo almohade, complementaria del esgrafiado y la técnica de la cuerda seca en el conjunto de la cerámica no vidriada, precedente de la técnica de cuenca o arista.[3] y en general del uso de moldes de estampillado en azulejería.[4] También fue durante siglos el recurso de decoración y sello en la fabricación de tinajas, en razón de la presión mínima que se necesitaba para grabar la pared del recipiente sin deformar el barro sin cocer.[5] Como es de recibo en las técnicas de impresión y grabado, el sello se presiona sobre el barro fresco y suele incluir «un motivo ornamental en negativo».[6] Motivos de estampillado en la cerámica andalusíDe la cerámica andalusí hallada en los yacimientos arqueológicos de la península ibérica se conoce un amplio repertorio de motivos estampillados,[7] bien fueran geométricos, vegetales (flores, palmetas), zoomorfos o antropomorfos (como la mano de Fátima), simbólicos, epigráficos (con suras o referencias al Corán), además de diversos motivos arquitectónicos (arcos de diferentes formas: simples, de herradura, polibulados, etc.). A veces incluso aparecen varios sellos en la misma pieza, dispuestos en bandas horizontales o combinados con sencillos esgrafiados. Asimismo, en algunos restos cerámicos se ha barnizado el estampillado con un «vedrío monocromo en una o en sus dos caras» simbólicos.[5] Visualización de ejemplos de estampillado
Referencias
Véase tambiénBibliografía
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