Ceferino Suárez Bravo
Ceferino Suárez-Bravo y Álvarez de Rivera (Oviedo, 13 de diciembre de 1824-Barcelona, 1896) fue un escritor, periodista y dirigente carlista[1], de pensamiento tradicionalista y reaccionario. BiografíaNació en Oviedo el 13 de diciembre de 1824, en el seno de una familia de la hidalguía asturiana. Su padre era joyero. Sin estudios universitarios, pero muy culto, empezó a escribir en el diario ovetense El Nalón y estrenó en su ciudad natal a los veinte años, con gran éxito, su drama Amante y caballero, o Fernández de Córdoba El Gran Capitán (1843), estrenada en el Teatro Fontán, de Oviedo.[2] Marchó a Madrid con una carta de recomendación de Alejandro Mon, vivió la bohemia y colaboró en La España, El Contemporáneo, además de en el periódico satírico El Padre Cobos junto con José Selgas, Francisco Navarro Villoslada, Eduardo González Pedroso, Garrido y Adelardo López de Ayala.[3] Contrajo matrimonio con Ángela Olalde, sobrina de Pedro de Egaña[4], ministro de Gracia y Justicia con Isabel II, y tras caer Espartero y ascender O'Donnell, ingresa en la carrera consular con destino en Génova, de donde pasó sucesivamente a Burdeos, Bayona, Lisboa.[2] En 1868, pasó de nuevo a Bayona; se negó a aceptar la Revolución de Septiembre, por lo que cesó y se exilió en Francia.[2] Se incorporó a las filas del carlismo, siendo ministro de Don Carlos durante la tercera guerra carlista.[3] Marchó al exilio otra vez en 1876, aunque volvió al año siguiente.[2] Con el pseudónimo "Ovidio", colaboró en Madrid en El Siglo Futuro, siendo el primero en emplear la palabra mestizo para referirse a los católicos liberales. Por desavenencias con Cándido Nocedal, abandonó aquel diario para fundar El Fénix,[3] desde el que defendió la Unión Católica.[2] Posteriormente fue también redactor del diario La Unión.[5] Hacia 1890 fijó su residencia en Barcelona, donde fue secretario de un banco de crédito, y entró a formar parte de la redacción del Diario de Barcelona, dirigido entonces por Mañé y Flaquer. Dirigió asimismo el semanario La Semana Popular Ilustrada, luego llamado La Ilustración Moderna. Le fue ofrecida la dirección de El Diario Catalán, pero declinó el cargo.[3] Fue vocal de la junta diocesana del Congreso antimasónico internacional. Falleció en Barcelona en julio de 1896.[3] ObraEscribió especialmente dramas en verso de un ya anticuado Romanticismo (Enrique III, 1847; Los dos compadres, verdugo y sepulturero, pieza en un acto, 1850) así como una novela sobre la primera guerra carlista (Guerra sin cuartel, 1885) y otra histórica sobre el conde de Villamediana (El cetro y el puñal) y una colección de sátiras (Perfiles senatoriales). Formó dos volúmenes con sus artículos titulados España demagógica. (Cuadros disolventes) 1873 y En la brecha (Hombres y cosas del tiempo) 1878. Tradujo también en verso el canto primero del Infierno de Dante (en Revista de Madrid, vol. VI, 1883, págs. 220-224)[2] Referencias
Bibliografía
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